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El romance y el Valor. Vol. 2

Ya dijimos la semana pasada que la verdadera esencia del romance consiste en cuidar y proteger realmente a una mujer. Evolutivamente es lo que sus genes NECESITAN.

Ahora bien, proteger con efectividad no sólo implica tener ganas de cuidarla, sino que para que esa protección sea de calidad, la mujer necesita saber que tenemos ciertas cualidades que harán de nosotros buenos protectores. Algunos ejemplos de esas cualidades son:

  • Capacidad de liderazgo. Alguien que puede conseguir reunir un ejército, protege mejor que alguien que está sólo en la tribu. Por eso, tener una buena tribu y estar bien relacionado hacen de nosotros personas atractivas.
  • Poder. Alguien millonario protege mejor que alguien pobre.
  • Fortaleza interior y capacidad de aguantar la adversidad. El que se da por vencido pronto protege FATAL.
  • Ambición. Alguien que nunca se conforma con poco, es alguien que puede llegar realmente lejos y tener mucho poder.
  • Selectivos. Alguien selectivo, se rodea de cosas de calidad y eso ofrece siempre mejor protección que algo de POCA calidad.
  • Inteligencia. Alguien listísimo encuentra mil soluciones para escapar de ataques. Alguien menos inteligente, no.
  • Fuerza física. Alguien de dos metros, delgado y fuerte protege mejor que alguien sin fuerza.

Todas estas cualidades son tremendamente atractivas para una mujer, porque suben nuestro “valor” como protectores. Un protector que tiene estas cualidades vale muchísimo más que otro sin ellas. La mayoría de los gurús de la Santa Doctrina no tienen muy clara la relación entre estos conceptos evolutivos, pero aún así, a estos atributos, muy acertadamente le han puesto el nombre de “Valor”. Es decir, que valor es todo aquello que me hace a mí “valioso” como protector.

Y la mujer, antes de dejar que tengamos una relación íntima con ella….va a hacernos mil y una pruebas para ver cómo de valiosos somos como protectores. No es imprescindible destacar en todas las áreas que he puesto arriba. Es decir, que podremos gustar mucho a una mujer sin ser millonarios, o sin tener una inteligencia sobrenatural. Pero cuantas más áreas trabajemos, más atractivos seremos.

Antes de seguir exponiendo el tema del romance es importante que tengamos claro lo importante que es nuestro “Valor” como protectores y darnos cuenta de que a veces, en vez de “cuidar” es importante esperar…porque si no, estaríamos demostrando que somos protectores POCO valiosos. Pondré algunos ejemplos:

  • Ella está con una amiga y empieza a contarnos un problema. Nosotros nos volcamos totalmente en escucharla y dejamos de lado a la otra amiga. Mal. Es verdad que la estamos cuidando, pero a base de una gran falta de liderazgo y de inteligencia social. Habría que ser capaces de escucharla, pero haciendo que su amiga se integre en la conversación para que no se aburra.
  • Apenas la conocemos y nos pide dinero prestado. Nosotros se lo damos, pensando que es una forma de demostrar protección. MAL. Nos estamos vendiendo muy barato y estamos siendo muy poco selectivos. Ella nos va a percibir como perdedores y, curiosamente, en vez de sentirse protegida, va a desconfiar. Estaría justificado prestar dinero a una novia o una mujer que lleva tiempo en nuestra vida.

Es decir que aunque a corto plazo algo pueda parecer de “buen protector”, hay que tener cuidado de que a largo plazo no estemos demostrando una MALA estrategia evolutiva.

El romance y la protección. Vol. 1

Hoy inauguro una nueva sección porque veo que es un tema que hace MUCHA falta y que normalmente se entiende fatal. Me estoy refiriendo al Romance.

El Romance es una fase muy importante en una interacción con una mujer. Esto lo saben muy bien los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción que han hablado y desglosado las variables del romance una y mil veces. Según ellos, el romance consiste en cualificar y hacer sentir especial a una chica. Es decir, que se trata de demostrar que nuestro interés por ella es legítimo. Pero hay un error de planteamiento que no han tenido en cuenta. El romance es algo mucho más complejo, profundo e importante que hacer sentir especial a la chica (aunque hacerla sentir especial es muy importante por otros motivos)…el romance realmente consiste en CUIDAR a la chica.

Lo que una mujer más necesita a nivel evolutivo de nosotros, los hombres, es la protección. Hace 150 000 años la mujer no era capaz de hacer sobrevivir a la descendencia por sí sola. Estaba expuesta a ataques y múltiples factores que no podía resolver por sí misma. Necesitaba la protección de uno o varios hombres de su entorno. Es por eso que una parte de la mujer (su parte más instintiva y animal) busca la protección como algo primordial y se siente fuertemente atraída hacia ella. Pero claro, no cualquier tipo de protección vale. Hay que buscar la protección del hombre más poderoso posible. Cuanto más poder tenga un hombre, más capaz será de proteger. La fase de valor no deja de ser una forma de mostrar poder (dinero, altura, inteligencia, buena actitud, falta de miedo, liderazgo, etc.) y el romance es la PROTECCIÓN EN SÍ MISMA.

Ya veremos más adelante por qué la cualificación y hacerla sentir especial son dos cosas importantes para el romance…pero de momento quiero que entiendas que el romance NO es cualificar ni hacerla sentir especial. Estas dos cosas son sólo dos herramientas “adyacentes”, pero no el romance en sí.

Hacer romance es cuidar y proteger a una mujer. Tanto si la acabas de conocer como si es tu novia desde hace cinco años….una mujer va a necesitar que, estés en el nivel de intimidad que estés, te preocupes de cuidarla y protegerla. Normalmente la protección y el cuidado no será un cuidado real sino un cuidado simbólico. Veamos algunos ejemplos de esta protección simbólica.

  • Si ella tiene un problema en el trabajo, no esperará de ti que mates a su jefe (la causa de su problema) sino que, muy probablemente estará deseando que la abraces. Al abrazarla tú no la estás protegiendo realmente, sino simbólicamente.
  • Dejándola pasar a ella primero no estás protegiéndola de un depredador, pero simbólicamente estás demostrando que allanas el terreno tú primero para que ella esté segura y que “cubres” su espalda mientras pasa.
  • Cuando la escuchas y la animas ante un problema, estás demostrando que ella te importa y que estás ahí por si pasa algo; que eres consciente de su situación y que te interesa estar “actualizado” por si algo más gordo pasara y tuvieras que intervenir.

Estos tres ejemplos son formas de romance o protección simbólica que demuestran a la mujer que estamos ahí para cuando algo malo ocurra. En los siguientes artículos veremos TODOS los matices del romance en profundidad.

Qué, Cómo y Porqué

Si hay algo que determina el éxito de un hombre a la hora de relacionarse con el sexo femenino es la congruencia. Y esta congruencia es MUY complicada de juzgar a simple vista.

Los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción no hace más que dar consejos sobre lo que se debe hacer y lo que no, a la hora de interactuar con una mujer. Digamos que se centran en “qué” hay que hacer. Pero esto no sirve para nada porque cada situación, cada hombre y cada mujer son distintas, y lo que está bien para una persona, en una situación puede ser un completo desastre para otras. Centrarse en el “qué” es muy poco útil.

Otros profesores más inteligentes se centran en el “cómo”. Y hablan de que es más importante la forma de hacer o decir las cosas que lo que se hace o dice en sí mismo. En esto tienen parte de razón. El “cómo” es bastante más fiable que el “qué”. Pero aún así, nos enfrentamos a una forma de generalizar que tiene muchos fallos, porque dependiendo de cada caso, el “cómo” deberá ser de una forma u otra. Esto tampoco acepta generalizaciones.

La única forma de saber cuándo estamos haciendo lo correcto y cuándo no es analizar el “POR QUÉ”. La pregunta no debe ser “¿qué hago?”, ni tampoco “¿cómo lo hago?”. La única pregunta válida y que me va a dar la solución correcta es preguntarse “¿por qué lo hago?”. ¿Cuál es la motivación real de mis acciones? ¿Estas motivaciones son realmente Alfas? ¿Estoy basando mi comportamiento en unas razones valiosas y congruentes? ¿Se basan en un Juego Interno poderoso o por el contrario estoy intentando camuflar una falta de Juego Interno sólido?

Sólo al responder estas preguntas podremos saber si lo que estamos haciendo es lo correcto o no. Porque ahí estaremos analizando algo más profundo que simplemente saber si hablar del tiempo o de sus ojos…en ese momento estaremos analizando nuestra auténtica congruencia y estaremos trabajando en ser “naturales” y no ligones de discoteca.

Todos podemos llegar a ser auténticos naturales a la hora de interactuar con mujeres, pero eso se consigue a base de congruencia, no de método. Y la congruencia se basa en encontrar los “porqués” poderosos. Un porqué poderoso hace que todo funcione.

Si yo, por ejemplo, veo una mujer que me gusta porque tiene un estilo sofisticado, una forma de mirar muy sugerente y, que además, está leyendo un libro que me encanta…está justificadísimo que vaya a conocerla porque mi motivación es que soy selectivo y ella, al menos aparentemente, presenta un montón de rasgos que me cuadran. En ese caso es muy congruente entrar con un abridor directo, diciendo simplemente la verdad. Y es más que probable que funcione.

Si yo viera que ella es tímida, y que con un abridor directo podría estar incómoda, entonces podré abrir con indirecto y también funcionará.

¿Cómo? ¿Dos abridores opuestos funcionarían con el mismo hombre, el mismo momento y la misma mujer? Sí, porque ambos porqués son poderosos y congruentes. Ahora bien, si esos mismos actos tuvieran porqués distintos, entonces no.

SI yo hiciera directo porque NO soy capaz de sexualizar haciendo indirecto, pero la chica realmente no me parece muy especial, entonces NO funcionará. Se me va a notar. Es la misma chica y es el mismo abridor, pero mi motivación es distinta y ella lo va a notar. No se lo va a creer igual, da lo mismo lo buen actor que sea. Antes o después se dará cuenta de que algo falla.

Y si yo hago indirecto porque me da miedo hacer directo, entonces tampoco funcionará. Porque mi motivación será el miedo, y no intentar suavizar la situación, como en el primer caso.

Realmente en una interacción puede ser positivo hacer CUALQUIER cosa.

Así que, recordad…a la hora de juzgar lo bueno o malo de una interacción, centraos únicamente en que vuestros “porqués” sean correctos. Los “qués” y los “cómos” vendrán solos.

Protección y asistencia

Muchos lectores me han pedido que hable sobre las relaciones estables y lo cierto es que es un tema muy interesante del que se habla MUY poco en la Santa Doctrina de la Seducción.

A menudo se dice que el papel de un hombre, dentro de una relación de pareja debe ser de protección y asistencia. En muchos libros y textos a la representación de esta función se le denomina romance.

Pero…realmente…¿Qué significa ofrecer romance y protección a una mujer?

La mujer necesita sentirse protegida a nuestro lado, pero eso NO significa darle todo lo que ella quiera, ni aguantar cualquier comportamiento por su parte. Todo lo contrario. Hay una gran diferencia entre ser protector y ser servicial.

Y, por cierto, que esto es algo que no sólo afecta a la relación con las mujeres. Es un tema de liderazgo y de inteligencia/habilidad social básica. Si no sabemos diferenciar y matizar esta actitud, estaremos condenados a fracasar en todo lo que hagamos.

Alguien servicial BUSCA aprobación. Alguien protector OFRECE aprobación. Hay un abismo entre estos dos conceptos.

El líder protege y da aprobación, jamás la busca. Y en una relación jamás debemos buscar aprobación, o hacer las cosas para agradar y gustar a nuestra pareja. En cambio sí debemos hacerlas para cuidarla y protegerla.

Para esto, no se me ocurre mejor ejemplo que el de un padre con su hijo. El padre NO busca la aprobación de su hijo…no hace las cosas para agradarle, porque eso sería malcriarle…y exige al niño cierto comportamiento de respeto y estabilidad. Pero a cambio, el hijo sabe que el padre hará TODO lo que sea necesario para protegerlo y cuidarlo y que si alguna vez tiene un problema, su padre va a ayudarlo.

La figura de cualquier líder debe ser así. El líder cuida a TODA la gente que le rodea (la gente de su tribu), pero NO para agradarles, sino para protegerles. A cambio esas personas le ofrecen respeto y actitud.

En la vida estamos constantemente pasando de protector a protegido, según el área en la que estemos. Y es importantísimo que seamos capaces de saber en qué lugar estamos porque NO podemos estar en medio.

Yo soy protector en muchas cosas y protegido en muchas otras, y muchas veces cambio mi papel estando con la MISMA persona. Con mi profesor de artes marciales soy protegido y siervo. Si él dice algo, yo obedezco. Mi respeto por él es máximo y dedico todos mis esfuerzos a ayudarle y agradarle. Así es como debe ser….pero cuando mi profesor me pide ayuda para mejorar sus relaciones sociales….entonces las tornas se invierten COMPLETAMENTE. En ese tema él es totalmente sumiso y yo soy su protector y líder.

Cómo líderes es importante que tengamos nuestro camino y no nos desviemos de él. Es fundamental que sigamos nuestra vida y nuestros quehaceres y que no nos alejemos de ellos por nuestra pareja. Al igual que un padre no deja de hacer sus obligaciones y metas por tener un hijo. Pero a su vez, nuestra obligación es estar ahí para ella y hacerla sentir en todo momento que la vamos a cuidar y proteger si algo pasa. Saber calibrar esto es lo que da armonía a una pareja.