Seleccionar página

Los “casinovios”

Reflexionando acerca de un caso que me ha comentado un alumno… he llegado a la conclusión de que hay un concepto que no hemos tenido nunca en cuenta, y que merece la pena plantearse: el “casinovio”.
El “casinovio” es, como su propio nombre indica, un chico que está empezando a ser especial para una chica, con el que ya ha tenido algo… y que tiene posibilidades de llegar a ser novio; pero que aún está en “proceso de…”.
Este concepto es súper importante porque las chicas suelen ser fieles a los “casinovios”. De hecho, creo que es razonable pensar que las chicas son MÁS fieles a los casinovios, que a los novios. Por una razón. Con el casinovio quieren que todo salga bien, tienen la ilusión del principio, no quieren fallar nada más empezar, etc. En cambio con un novio ya entra en juego la rutina, que puede haber resentimientos de cosas que hayan pasado, precedentes de cuernos, etc.
El problema es que en un estado de casinovio, ella no te puede decir que tiene novio, porque aún no tiene nada “oficial”. Tú te crees que eso implica que está soltera, y no. Incluso en el momento de conocerla puede haber feeling: tú estás confiado y después ella no contesta tus mensajes, no te acepta en Facebook, etc. Y tú no entiendes qué ha pasado. No sabes qué has hecho mal.
Al cabo de un mes, su relación de casinovio fracasa. Y te vuelve a contactar ELLA A TI. Tú entiendes aún menos la situación.  Y esto ocurre con tanta frecuencia, es tan común… que te deja realmente perplejo. No entiendes nada.
Pues NO HICISTE NADA MAL. Simplemente tenía un casinovio. De hecho, lo más probable es que le gustes/gustaras. Es más, cuanto más le gustes, más distancia va a intentar poner contigo, para eliminar tentaciones.
Ahora todo cobra sentido. Es muy congruente que una mujer atractiva y simpática tenga un novio o un casinovio en su vida. Es lógico que eso sea algo frecuente. Y es aún más lógico que, por respeto, no permitan que un chico “nuevo” vaya más allá.
Son cosas de la vida. 

Ellas también dudan

El otro día presencié una situación de lo más interesante. Estaba con un amigo mío por la Latina (barrio madrileño) dando un paseo y nos encontramos, por casualidad con una chica que a él le gusta y con la que ha tenido un par de citas. El caso es que la chica fue con nosotros bastante seca y algo borde. Mi amigo extrañado se quedó pensando y al no entender qué estaba pasando, ya que, aparentemente las citas habían ido muy bien, me preguntó por mi opinión.
Después de hacerle un par de preguntas, me apresuré a decirle que seguramente le habría faltado sexualizar , o que, en todo caso, quizá hubiera jugado flojo a “la contra” (que es como yo llamo al tema de demostrar que tenemos una realidad poderosa). Estuvimos dándole vueltas al tema casi dos horas y de pronto… nos volvimos a cruzar con la chica por segunda vez. Así que le animé a que hablara con ella y le preguntara qué es lo que había pasado antes, porque aún con todo lo dicho anteriormente, la situación no tenía mucha lógica.
Al cabo de un rato vuelve mi amigo y me dice que la chica estaba enfadada con él porque no la había vuelto a llamar. Sí, ya sé, que esto parece algo típico. Pero es que mi amigo la contactó esa misma semana por Facebook y por whatsapp y le dijo de quedar ¡Y no sólo le dijo de quedar, sino que ella le dijo que no podía!
Visión de él: no la llamo para no parecer un pesado. Simplemente le propongo quedar de forma casual por Facebook y Whatsapp y la chica me ha dicho que no. Es que no tiene interés. No sé qué ha podido salir mal. Me frustro.


Visión de ella: este chico me encanta y quería que me hubiera llamado. Pero ha resultado ser como todos los demás: un chico que no tiene interés y sólo quiere jugar conmigo. Su forma de contactarme es sólo por cortesía pero no le gusto realmente. Me enfado y voy a ser borde con él.

Os aseguro que aún estoy perplejo.
Así que yo me planteo las siguientes conclusiones:
  1. ¡Cuántos problemas entre hombres y mujeres serán por simples problemas de comunicación y no nos damos ni cuenta!
  2. En caso de duda, es mejor ser sincero y hablar de lo que uno piensa/siente, porque esa es la única manera de que las cosas se puedan solucionar. En vez de estar pensando lo que la otra persona pueda estar pensando de lo que nosotros pensamos, es mejor simplemente expresar lo que sentimos.
  3. Las chicas tienen tantas inseguridades como nosotros o incluso más. Os aseguro que flipé en colores cuando supe que la chica (que por cierto era súper atractiva) pensaba que mi amigo pasaba de ella.
  4. Aparentemente, para las mujeres es muy importante el tema de que las llamemos. Y yo soy el primero que fallo en esto, porque nunca lo había visto como algo TAN importante. Así que, habrá que llamar más.

En fin… la vida te sorprende.

Si te interesa saber más sobre mi forma de pensarvisita mi página web

El romance y premiarla. Vol. 6

Cualquier líder que se precie debe ser capaz de recompensar a la gente que se porta bien con él. Y debe hacerlo generosamente.

Si un empresario tiene un trabajador leal que hace siempre bien su trabajo e incluso aporta ideas nuevas que mejoran la empresa, debe premiarlo por ello.

En nuestra relación con las mujeres debemos actuar de la misma forma. La chica que esté a nuestro lado debe saber que siempre que ella se porte bien con nosotros tendrá premios y recompensas.

Siempre que ella haga algo por nosotros, o que nos deje escalar en la dirección que nosotros deseemos, nuestra obligación será tratarla bien, cuidarla y darle premios. No me estoy refiriendo a premios materiales específicamente (aunque de vez en cuando puede hacerse también), sino al concepto de recompensa, en general.

Algunas formas de premiar pueden ser: escucharla un problema durante un rato y ayudarla a resolverlo; llevarla de paseo a un sitio bonito; darle abrazos y besitos cariñosos; llevarla a cenar a un sitio especial; un fin de semana romántico; llevarla de compras; etc.

Es decir, que el momento de premiar será un momento en el que deberemos hacer ROMANCE. Recuerda que el romance consiste en “cuidar”. Y no hay mejor momento para cuidar a una mujer que después de que ella haya hecho algo especial por nosotros previamente.
Vemos algunos ejemplos de premios/recompensas:

  • Acabamos de conocer a una chica y desde el primer momento es cariñosa y agradecida con nosotros por charlar con ella. Nosotros la abrazamos y le damos un besito en la frente, diciéndole que es una chica muy dulce.
  • Una chica a la que vemos con frecuencia nos invita a su casa a cenar y se lo “curra” un montón para impresionarnos. Nosotros le damos las gracias, ese día le damos mucho cariño/abrazos/caricias y la compensamos con una cena en un sitio bonito en la siguiente cita, en la que pagamos nosotros sin posibilidad de discusión.
  • Una mujer con la que tenemos sexo habitualmente se entrega totalmente a nosotros estando muy pendiente de nuestras fantasías, gustos, etc. Nosotros la invitamos a un fin de semana romántico.
  • Una chica con la que hemos quedado un par de veces se comporta con nosotros de MARAVILLA siendo siempre cariñosa, dejándonos escalar sin poner trabas y siendo muy encantadora. Nosotros nos enteramos de un problema suyo…lo escuchamos y nos involucramos con el mismo para ayudarla a arreglarlo, estando pendientes de todo el proceso, hasta asegurarnos que todo está bien de nuevo y que su problema se ha resuelto.

Es decir, que siempre que ella muestre algún tipo de “entrega” hacia nosotros, nuestra obligación será premiarla con cariño, cuidados y atención. Hemos de ser generosos en este sentido.

El romance y la estabilidad. Vol. 5

Algo que tenemos que saber ofrecer a las personas que nos rodean es estabilidad emocional. Las otras personas deben saber que siempre que se porten de forma respetuosa y adecuada, nosotros estaremos ahí para cuidar de ellas.

Da igual que estemos hablando de un amigo, un trabajador, un niño pequeño o una mujer que nos guste, todas esas personas deben saber que si ellos se portan bien con nosotros, nosotros nos portaremos bien con ellos.

Es decir, tenemos que demostrar que tenemos estabilidad emocional suficiente para garantizar la protección y el cuidado de las personas importantes para nosotros siempre que ellas respondan adecuadamente. El caso extremo de este principio estaría en una relación estable de pareja donde el hombre garantiza cuidar a la mujer a lo largo de toda la relación y ella se siente segura, confiada y entregada por ello.

Como siempre digo, la vida no son blancos o negros, sino grises. El blanco en este caso sería cuidar siempre a una chica como nuestra pareja. El negro sería intentar tener algo con ella sin ofrecer NADA de protección o de estabilidad…pero el gris consiste en ir ofreciendo garantías de protección a medida que esa persona nos demuestra que está a nuestra altura y que ofrece respeto, cariño y buenas formas en su trato hacia nosotros.

Somos nosotros los que debemos elegir cuánto “gris” queremos dar a cada mujer, pero ese gris debe ser estable. Es decir que nosotros elegimos cuánto debemos cuidar a una chica…pero ese cuidado debe ser fiable y estable en el tiempo. Ella tiene poder confiar en nosotros en ese sentido y sentirse cuidada y protegida.

El comportamiento positivo de ella debería ser recompensado con cierto compromiso por nuestra parte para cuidarlas…todo ello hasta un máximo que nosotros veamos razonable que nos podemos permitir en nuestra vida.

Por muy bien que vaya una relación con una chica, no tenemos la obligación de que eso se convierta en una relación de pareja estable. Pero sí que tenemos la obligación de cuidarla hasta cierto punto y que ella sepa que puede contar con nosotros para ciertas cosas.

Esto no es distinto de lo que le ofreceríamos a un buen amigo. Ese amigo sabe que en ciertas cosas siempre estaremos ahí. A nuestros amigos les damos siempre una gran estabilidad emocional que hace que se afiance el vínculo mutuo. Con una chica debemos tener la misma actitud. Ella debe notar que al margen del sexo, hay un vínculo personal que hace que la tengamos en cuenta.

Veamos cómo puede demostrarse la estabilidad emocional con una chica con la que tenemos una relación “especial”:

  • Mandar mensajes para ver qué tal está, cada cierto tiempo. Por ejemplo podemos mandar un mensaje el día que ella tenía un examen importante, la operación de un familiar, una entrevista de trabajo, etc.
  • Dedicar tiempo a escuchar sus problemas sin intentar arreglarlos, sólo escuchando y dando ánimos.
  • Estar pendiente de que ella esté bien y a gusto cuando esté a nuestro lado. Por ejemplo preguntándola si tiene frío, si le gusta el sitio, etc.
  • Hacer cosas que no tengan nada que ver con acabar teniendo sexo con ella. Y disfrutarlas genuinamente sin que nada más ocurra: Ejemplos: ir al cine, teatro, un concierto, un monólogo…ir de compras un día que tenemos que comprar un regalo para nuestra hermana…etc. Es decir, planes que no impliquen una cita con final sexual.

El romance y el kino no-sexual. Vol. 4

Como siempre digo, lo único importante a la hora de hacer romance es demostrar, simbólica o literalmente, que vamos a cuidar a la otra persona.

Es imposible cuidar bien a alguien y que esa persona se sienta protegida si no lo hacemos con cariño. Y es imposible transmitir cariño si no la abrazamos, acariciamos y cuidamos también con nuestro contacto físico.

La mayor sensación de protección que tiene una persona adulta se remonta a la primera infancia, cuando nuestros padres nos abrazaban y protegían físicamente…dándonos cariño físico. Esto nos transmitía dos cosas: que nos iba a proteger y que querían y aceptaban nuestro cuerpo y a nosotros mismos. Por eso si a un bebé no se le abraza éste puede llegar a morir. Esto es un “kino” no-sexual. Y para una mujer es importantísimo.

Es necesario entender que “cuidar” es una habilidad que hay que tener en la vida con TODAS las personas que son importantes para nosotros, especialmente si son mujeres: hermanas, primas, amigas, nuestras madres, abuelas, exnovias con las que tenemos buena relación, empleadas que trabajan para nosotros, compañeras de clase…cuanto más trabajemos esta habilidad, más natural nos saldrá con una mujer que nos gusta. Lo que NO va a ocurrir es que alguien que no cuida nunca jamás a nadie en su vida diaria…de pronto, por la noche, en una discoteca, haga fenomenal el romance.

La mujer necesita sentirse protegida y nosotros debemos protegerla con nuestro cuerpo a la hora de interactuar con ella, dándole protección y cariño físicos. Sin intención de escalar sexualmente.

Este concepto tiene que estar muy claro: cuando estamos escalando sexualmente, nos ceñimos a eso. Y cuando estamos haciendo una protección de romance, nos limitamos a cuidar.

Jamás se debe intentar aprovechar el kino romántico para darle un matiz sexual a la interacción. Primero cuidamos…sin esperar nada a cambio, simplemente porque somos el tipo de personas que protegemos a la gente que es importante para nosotros. Y luego, al margen de eso, hacemos la escalada sexual, en otro momento y sin que tenga relación una cosa con la otra.

Vamos a ver algunos ejemplos del kino no-sexual:

  • Ella nos cuenta una cosa muy divertida. Nos reímos mucho. Le decimos “ven”, mientras abrimos los brazos. Le damos un abrazo, le damos un besito en la frente y le decimos que es una monada.
  • Siempre que nos cuenta un problema o que vemos que está triste la ABRAZAMOS. Esto tiene que ser una regla que hay que grabarse a fuego en nuestra mente. Siempre que una mujer se sienta vulnerable por EL MOTIVO QUE SEA siempre, siempre, siempre hay que abrazarla. No os imagináis el impacto que esto tiene en la mente de una mujer. Y no sólo con una chica que nos guste. Cualquier amiga se merece lo mismo.
  • Si ella se ha dejado cerrar con beso…nosotros la premiamos con caricias, cogiéndole la mano eventualmente, acariciándole la carita, agarrándola de la cintura dulcemente y acariciando un poco su espalda, etc. Es decir la premiamos con cariño, siempre que ella nos deje escalar sexualmente.
  • Después del sexo SIEMPRE la abrazamos y dedicamos unos minutos a estar con ella abrazados. Está demostrado que la mujer NECESITA fisiológicamente un abrazo después del sexo. Los efectos de no tener cariño físico después del sexo, para muchas mujeres puede llegar a equipararse a momentos de profunda depresión y frustración. Siempre, siempre, siempre hay que abrazar después del sexo.
  • Cuando acabamos de conocer a una chica y nos cuenta algún problema…la acariciamos el brazo de arriba abajo un poquito y con suavidad mientras la animamos con nuestras palabras diciéndole que seguro que todo se arregla.
  • Cuando hemos tenido sexo con una chica, le damos el privilegio de tener cariño físico por nuestra parte siempre que quiera y dedicamos tiempo a darle besos NO-sexuales, dulces y cariñosos…en la cara, la frente, la boca (pero sin lengua, sólo un besito), en las manitas, el hombro, etc. Esto lo hacemos para que ella esté a gusto y sepa que nos gusta su cuerpo, y que la vamos a cuidar. NO es para escalar físicamente.

El romance y escuchar. Vol. 3

Hay algo que siempre repito y que considero de vital importancia. En una interacción hay que ESCUCHAR. Y no sólo hay que hacerlo de vez en cuando…hay que prestar atención a TODO lo que la otra persona nos cuenta.

Si esto es importante en la comunicación normal…a la hora de hacer romance con una mujer es IMPRESCINDIBLE. Es imposible cuidar a una persona si no la conocemos. Y es imposible conocerla si no la estamos escuchando.

Los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción hablan una y otra vez de la “cualificación”, pero ningún gurú hace énfasis en escuchar REALMENTE lo que está diciendo la otra persona. O en ser paciente y escuchar antes de hablar. La seducción express no escucha. Pero eso es una auténtica chapuza. Si no escuchamos, estaremos siendo muy poco sólidos.

Escucharla nos da la oportunidad de hacer varias cosas:

  • Si de verdad la escuchamos, ella notará que está a “prueba” porque lo que dice nos interesa. No regalamos el interés porque sí, sino que nuestro interés está condicionado a si ella es interesante o no.
  • Al escuchar estamos demostrando que somos adaptables, que no seguimos un guión rígido y que fluimos por la interacción en función de lo que pase en cada momento y en función de lo que ella nos cuente. Esta capacidad de adaptación nos hace muy atractivos y nos posiciona como personas socialmente muy inteligentes.
  • Estamos, además, proyectando una falta total de necesidad, porque no necesitamos estar haciendo cosas todo el rato. La persona que escucha y es paciente transmite autocontrol y poder.
  • Al haberla escuchado, estamos en posición de hacer comentarios legítimos sobre ella. Y escalar de forma justificada, porque la conocemos bien.
  • Y por último, y más importante…sólo cuando la hemos escuchado de verdad, podemos cuidarla de verdad.

Al igual que un padre con una hija, nosotros debemos siempre escuchar a la chica que tenemos delante. Y en cuanto empecemos a tener algo más “especial” con ella, debemos tratarla como a nuestra niña y responsabilizarnos de que, el tiempo que esté con nosotros…va a estar cuidada y protegida, aunque sea simplemente hablando.

Ella, como mujer, nos dará a nosotros la opción de tener sexo con ella. Pero nosotros a ella, a cambio, tenemos que darle la opción de cuidarla y protegerla. Es imposible cuidar a una persona si no la hemos escuchado ATENTAMENTE antes. Al escucharla vamos viendo cuáles son sus necesidades, cuáles son sus inquietudes, cuáles son sus problemas, etc.

Además, es fundamental que escuchemos para poder cualificarla bien. Cualificar a una mujer es premiarla por estar a la altura de lo que esperamos de ella. Pero nunca podremos saber si está a nuestra altura, si no la estamos realmente escuchando. Y no sólo hay que prestar atención a lo que nos cuenta, es muy importante observar lo que hace y saber leer entre líneas. En resumen, para poder hacer romance, es básico PRESTAR ATENCIÓN y tener verdadero interés por la otra persona. Si no sentimos esto, estamos fallando en lo más básico.