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Adquisición de hábitos

Hoy os traigo un vídeo muy interesante sobre la adquisición o pérdida de hábitos. Según estudios recientes, si acostumbramos al cerebro humano a hacer o dejar de hacer algo durante 30 días…se adquiere como hábito. Muy interesante. Espero que os guste.

P.D. Para ver los subtítulos en castellano hay que dar a play y luego presionar en la pestaña de abajo del vídeo.

Trucos conversacionales. 4- Premia lo bueno

Por alguna extraña razón, en occidente nos educan con la idea de que tenemos que sacar a relucir las cosas “malas” o “equivocadas” de los demás, en vez de las cosas buenas. Cuando hacemos siempre las cosas bien en el colegio…y de repente un día fallamos…nos recalcan el día que lo hacemos mal. Pero por desgracia no nos premian el día a día de hacerlo bien.

Crecemos con la idea de que alguien honesto tiene la obligación de decir a los demás las cosas que hacen mal. Esto es totalmente absurdo, inútil y de lo más maleducado. Alguien educado jamás se centra en sacar a relucir las cosas malas. Al contrario. Como decían en la película Bambi: “Si no has de agradar, mejor callar”.

Si esto es importante para la buena educación…aún más importante es para caer bien a alguien. Jamás conseguiremos hacer sentir a gusto a alguien si nos dedicamos a sacar a relucir sus defectos. No hay NINGUNA necesidad de sacar a relucir un defecto ajeno, a no ser que la otra persona nos pregunte DIRECTAMENTE para pedirnos consejo.

Dar nuestra opinión negativa de algo que NO nos han preguntado es una falta de inteligencia social y educación tremenda. Nadie realmente educado haría eso jamás. Las opiniones negativas sobre los demás sólo están justificadas en los siguientes casos:

  1. Cuando la otra persona nos pregunte directamente. Entonces sí que deberemos ser sinceros.
  2. Cuando tenemos muchísima confianza con la otra persona y es algo que REALMENTE puede ayudar radicalmente a la otra persona. Y en estos casos, el comentario ha de hacerse con MUCHO cuidado…sin pasarse de listo, sugiriéndolo como idea…y de forma indirecta.
  3. Cuando su comportamiento nos está afectando y molestando directamente. En estos casos hay que hacerlo con mucho tacto y sin hacer sentir culpable a la otra persona. Asumiendo siempre que lo está haciendo sin darse cuenta. Y, siempre, siempre, siempre, pidiéndolo “por favor”.

Pero, por norma general, jamás debemos sacar a relucir las cosas malas de la gente que nos rodea. Primero, porque es mucho más constructivo reforzar lo bueno, que condenar lo malo. Segundo, porque la gente tiene ya bastante con sus problemas, como para que vengamos de “sabelotodos” a dar lecciones a los demás. Nosotros también tenemos defectos, no hay que olvidarlo. Tercero porque a NADIE le gusta que le digan sus defectos. Y cuarto, porque NADIE nos ha preguntado.

Con que nosotros sepamos el defecto de la otra persona, es suficiente. ¿Qué necesidad tenemos de decirlo en alto?

Por el contrario, lo que SI debemos hacer CONSTANTEMENTE es premiar TODO lo bueno que tenga la otra persona. Cuando alguien hace algo bien, nuestra obligación es decirlo. Hemos de ser generosos con las cosas buenas. Tampoco estoy diciendo que nos emocionemos con todo lo que la otra persona hace. El secreto es la cantidad de premio, no el premio en sí.

Es decir, que siempre tenemos que premiar, pero no siempre tenemos que premiar con la misma efusividad/intensidad. A veces tendremos que, simplemente, decir “vaya, eso que comentas es interesante” y otras veces deberemos decir “eso tiene muchísimo mérito y demuestra que eres una persona excepcional”.

Digamos que si el negro es no decir nada bueno, y el blanco es premiar con el máximo de efusividad, tenemos que ser maestros en dominar los grises. Siendo capaces de determinar en cada momento qué tipo de premio se merece la actitud de la otra persona y premiando con mucha frecuencia. Esto es un ARTE. Si nos pasamos de intensidad en los premios, estamos demostrando que somos poco selectivos, zalameros y cuentistas. Pero si no premiamos nunca, estamos demostrando que no tenemos educación, ni inteligencia social, ni buen liderazgo.

¿Se puede ser zalamero y halagüeño y aún así tener éxito? Claro. ¿Se puede no premiar nunca y gustar a chicas con frecuencia? También. ¿Es recomendable? No. ¿Es óptimo y eficiente? No. No hay nada más poderoso que una persona con actitud positiva que es capaz de premiar constantemente con sutileza e inteligencia a una persona que se está abriendo a nosotros. Y es un arma poderosísima para crear una conexión duradera y sincera con la otra persona.

Necesidad y autonomía personal

NecesidadLa Necesidad

Hoy voy a dar algunos consejos sobre cómo manejar nuestros niveles de necesidad a la hora de interaccionar con una chica. Ya hablé en los dos artículos anteriores de la importancia de que NO tengamos necesidad cuando estamos interaccionando con una mujer que nos interesa.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que ni podremos gustar a todas las mujeres del mundo…ni nosotros vamos a disfrutar con todas las mujeres que conozcamos en nuestra vida. El éxito a la hora de interaccionar con chicas nos lo da la abundancia de iniciar cientos de interacciones que, luego, con una criba posterior, nos dará mujeres que merezcan la pena y resultados favorables..

Pero la clave es entender que el éxito en la vida siempre es cuestión de iniciar muchísimas interacciones y centrarse luego en unas pocas. Así que, un concepto importantísimo a la hora de empezar una conversación con una chica es tener en mente que NO necesitamos que esa interacción concreta funcione, sino que estamos pensando a gran escala, a nivel estadístico y, de momento, esta chica es como cualquier otra.

Otro recurso muy útil es pensar en nuestros éxitos anteriores. Tener en mente alguna interacción anterior en la que todo fluyó sin necesidad de hacer esfuerzos especiales es importante para que nuestra mente recuerde que somos capaces de interactuar bien y tranquilos, sin necesidad de hacer nada excepcional.

También es importante tener en cuenta que aunque los resultados no sean evidentes e inmediatos…podemos estar haciendo un buen trabajo. Es decir, que aunque la chica no muestre un interés muy evidente, es muy probable que sí que le gustemos. En cuyo caso es importantísimo tener PACIENCIA. Hay que entender que, aunque los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción promuevan una y otra vez la imagen del seductor que tiene resultados inmediatos a los 5 minutos de conocer a una chica, el 90% de las interacciones NO son así. Y a veces se puede tardar mucho tiempo en conseguir intimar con una mujer. Así que, uno de los mayores conceptos que yo recomiendo tener en la cabeza es la PACIENCIA.

Pero lo más importante de todo es divertirse. Plantea la interacción de forma que realmente te interese la conversación y que te lo estés pasando bien, al margen de que luego consigas ligarte a la chica o no.

Este punto es importantísimo porque es lo que te va a permitir vivir el “momento” y fluir en la conversación. Algo básico para que a tu mente no le dé tiempo a pensar en los resultados, que es la piedra angular de la necesidad.

Por último, he de decir que si tus niveles de necesidad son muy altos, no te va a bastar con aplicar “algunos trucos” sueltos. Si tu nivel de necesidad es muy alto…te recomiendo encarecidamente que trabajes e inviertas tiempo y energía en tu verdadero Juego Interno, con técnicas como el Tapping o la PNL, porque si realmente tienes emociones de necesidad muy intensas…hagas lo que hagas se te va a acabar notando.