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El columpio

Hoy os traigo un divertido vídeo que vi en la página de Egoland hace un tiempo muy divertido… que nos muestra de forma cómica, cómo de perjudicial puede ser pensar demasiado las cosas en vez de actuar.

Y va muy en la línea del artículo de la semana pasada sobre actuar en vez de pensar. Espero que este vídeo os haga reír y reflexionar.

Que paséis una feliz semana.

 
 

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Hablar de otro tema

Creo que una de las cosas más atractivas para una chica es ver en nosotros, los chicos, que no necesitamos hablar de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Además, esto es algo que dice Mystery una y otra vez. No hace más que recomendar conversaciones que no tienen nada que ver con el contexto de lo que está ocurriendo.

Según él, charlar sobre cosas que no tienen relación con el entorno le ofrece a ella la posibilidad de conocerte sin la presión de que algo más deba pasar entre vosotros. Y, una vez más ¡Mystery tiene razón! Qué tío más complejo es Mystery, capaz de lo mejor y de lo peor, pero en casi todo tiene un nivel de genialidad espectacular.

Es verdad lo que dice. Hablar sobre las cosas que están ocurriendo entre la chica y tú puede ser poderoso como herramienta en algún momento de intimidad. Pero si se abusa de esto la conversación parecerá plana, y poco a poco se empezará a sentir la presión de que algo más tiene que pasar entre vosotros.

Además, es que con nuestros amigos, nunca hablamos del contexto. Ni con una novia, tampoco.

A una novia la mayoría del tiempo no le hablas de lo divertido que es un restaurante o de lo especial que está siendo un momento entre vosotros. La mayoría de los momentos con una persona a la que quieres y es especial para ti, son conversaciones sobre cosas que no tienen que ver con lo que estáis haciendo. Esto es lo que le da cotidianeidad a una relación: hablar de temas que se te pasan por la cabeza sin tener nada que ver con lo que estáis haciendo.

Este recurso es TREMENDAMENTE atractivo cuando estamos conociendo a una chica. Incluso en una discoteca. Hablar de la Fórmula 1 o de lo que opinas sobre el gobierno le da a ella una información mucho más valiosa sobre ti y le hace coger confianza más rápido y de forma más natural, porque estás hablando de tus cosas. No estás ligando. Olvídate de ligar. Habla de las cosas que te gustan, de tu último viaje o del libro que te estás leyendo. Dale naturalidad a la conversación y permite que ella te conozca tal cual eres, sin estar tirándole los trastos a todas horas.

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Los hombres más atractivos del mundo

De vez en cuando curioseo por publicaciones de internet para ver, según las revistas y webs femeninas, cuáles son los hombres que se consideran más atractivos. Esto me parece  interesante porque nadie mejor que una mujer o un grupo de mujeres para dar su opinión sincera sobre los hombres que les encantan y les hacen enloquecer. Los hombres muchas veces aspiramos a “ideales” que creemos que van a tener mucho tirón y luego no es así, porque a las chicas no les gusta eso.

Lo más sorprendente del año, es que la revista “Glamour” ha catalogado a Robert Pattinson (el de la foto) como el chico más sexy del año. Y no es raro encontrar publicaciones que constantemente sitúan a Johny Depp o Ian Somerhalder como los chicos más atractivos. Esto es fascinante, porque ninguno de ellos tienen físicos espectaculares de gimnasio, ni son especialmente fuertes. Al contrario. Y respecto a su guapura… en términos objetivos, no es que sean especialmente perfectos. Ahora bien, ¿qué transmiten todos ellos con su look, sus personajes y forma de comportarse en los medios? Veámoslo en detalle:

  1. Mucha personalidad y originalidad, tanto en su look, como en sus personajes. Nunca son personajes ni estilos al uso. Tienen mucha identidad propia.
  2. Clase y estilo. Son gente sofisticada, que marcan tendencia y no tienen miedo de arriesgar. Fijaos en Johny Depp por ejemplo, tiene un estilo único y a veces va vestido llamando mucho la atención.
  3. Son masculinos pero no brutos, ni bruscos, ni soeces. A veces los hombres nos pensamos que ser brutos es síntoma de masculinidad y de atractivo y la realidad es que las mujeres no piensan lo mismo. Otro ejemplo de hombre muy atractivo para las mujeres es Hugh Jackman y el tío es ENCANTADOR. Muy cercano y simpático, extremadamente educado y de lo más humilde y divertido. Para nada es un tipo bruto. todo lo contrario.
  4. Tienen un lenguaje corporal muy natural y Alfa. Pero una vez más, no es un lenguaje corporal tosco ni duro. Son muy naturales y tranquilos. No muestran agresividad ni rudeza. Insisto en que muchos hombres creen que este perfil de tipo rudo es la solución… y en la práctica ellas no suelen opinar lo mismo. 
  5. Tienen un cierto halo de misterio y misticismo. 

No niego que cierto toque masculino o de “chico malo” o frialdad en algunas situaciones puede ser muy atractivo. Pero mucho cuidado con no acabar siendo bruto, porque eso suele crear repulsión, más que atracción.

Y una vez más, se confirma que el “cachas de gimnasio”, aunque pueda tener ciertas seguidoras… no goza de la popularidad que nos creemos. Al contrario. Estadísticamente hablando suelen considerarse como los menos atractivos.

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Todo es posible, pero sólo si actúas

Últimamente estoy muy centrado en mi faceta como emprendedor/empresario y constantemente me encuentro la misma situación: cualquier cosa que quieras hacer en la vida es dificilísima y parece imposible… hasta el momento en que empiezas a moverte para conseguirla.

Desde fuera es todo muy complicado. Muy difuso, muy complejo. Pero si, en vez de agobiarte, te relajas y, calmadamente, empiezas a estudiar la situación, a preguntar a gente sobre el tema y a desglosar uno a uno cada uno de los pasos y sacar, para cada uno de esos pasos, las cosas que uno necesita para conseguirlos… resulta que todo se vuelve cada vez más fácil y, al final, te das cuenta de que es todo muchísimo más sencillo de lo que parecía.

Pero hay una cosa clara: antes de hacer hay que estudiar y preguntar. Eso sí, siempre con una finalidad práctica.

La pregunta es: ¿para conseguir esto, qué tendría que hacer? Encuentra a alguien que sea capaz de responderte bien a esa pregunta. Y con ese conocimiento (que muy probablemente puedas encontrarlo en algún libro), actúa.

La mayoría de las veces dejamos de hacer las cosas porque creemos que las cosas son difíciles sin serlo. Y nos ponemos excusas TOTALMENTE basadas en la ignorancia como:

– Para hacer dinero, hay que tener dinero.
– Si no tienes labia no puedes ligar.
– Para ser bueno en los estudios hay que ser muy inteligente.
– Para destacar en la empresa hay que ser un pelota.

Son creencias producto de un desconocimiento total. En vez de pensar por qué no puedes hacer algo, o por qué algo es muy difícil, sé práctico y piensa qué tienes que hacer para conseguirlo. Céntrate en pensar QUÉ tienes que hacer para tener el resultado que tú quieres en tu vida. Pregunta, investiga, estudia, valora y conoce antes de tirar la toalla.

Y con las chicas ocurre lo mismo, en vez de pensar por qué no pueden salir bien las cosas… estudia para aprender a saber qué tienes que hacer para que las cosas ocurran y toma RESPONSABILIDAD de lo que ocurre en tu vida.

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La carrera del cohete

Hubo un señor llamado Vilfredo Pareto que, a principios del S.XX, planteó uno de los conceptos que más me han ayudado a mí en la vida: el principio de Pareto (o la regla del 20-80). Lo que viene a decir esta regla es que en cualquier proceso del mundo físico hay un 20% de las actividades que generan un 80% de los resultados.

Veamos unos ejemplos prácticos. En las grandes empresas hay unos clientes mayoristas que compran la INMENSA mayoría del stock y que generan unos increíbles beneficios sin dar apenas problemas… y el resto de clientes (la gran mayoría) dan muchos problemas, sin apenas comprar nada. Lo mismo ocurre con los vendedores: hay dos o tres vendedores por empresa que son capaces de generar el 80 o 90% de las ventas de su área y el resto de vendedores apenas llegan entre todos a sumar un mínimo porcentaje.

La regla 20-80 no tiene por qué aplicarse en porcentajes exactos. De hecho, el 20 y el 80 no deben sumar 100 entre sí. Hay áreas que pueden tener un 3-1000 (que el 3% del trabajo produzca un 1000% de beneficio). Lo importante de la regla es que en cualquier área dada, podemos encontrar dos o tres cosas que provocan le inmensa mayoría de los resultados sin apenas hacer esfuerzo.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque cuando intentemos crecer a nivel personal… y mejorar nuestra relación con el sexo opuesto, tenemos que DOMINAR este principio. Si yo quiero mejorar mi éxito… ¿tendré que hacer veinte o treinta cosas a la vez y no fallar en nada? NO. La clave no está en hacer mil cosas. El quid de la cuestión está en encontrar qué dos o tres cosas fáciles de hacer me pueden generar el 90% de los resultados sea cual sea el punto del que parta.

Y esas tres o cuatro cosas pueden variar para cada uno. Si hacemos memoria, todos recordaremos que hemos probado mil cosas que no funcionaban y de pronto, cambiando la cosa más inesperada hemos visto como avanzábamos muchísimo. La regla de Pareto puede esconderse detrás del concepto más insospechado. Es decir, que el cambio más contraintuitivo puede hacernos mejorar exponencialmente sin darnos cuenta.

No intentemos ser TAN metódicos y “perfectos” en el trabajo y planteémonos, antes de nada, qué dos o tres cosas pueden hacernos mejorar nuestros resultados sin apenas hacer esfuerzo. Y, de paso, cuando nos pregunten, démosle a Pareto el puesto que se merece en la historia.

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