Seleccionar página

La paciencia y saber insistir. Vol. 12


Hay veces que una interacción va genial y es MUY sencillo volver a quedar con la chica. Y otras en las que algo sale CLARAMENTE mal y nos acaba resultando imposible rescatar la situación. Pero, digamos que, entre ese blanco (que todo salga bien) y ese negro (que la interacción se vaya totalmente al traste) hay un montón de grises…en los que la chica no nos está rechazando totalmente, pero que sí que nos está poniendo ciertas dificultades para contactar con ella o volver a verla, con cosas como: no coger nuestras llamadas ni devolverlas; tardar mucho en responder o no responder los e-mails; etc.
En estos casos, nuestra mente nos da dos razonamientos: por un lado, si ella no coge y no tiene interés… casi merece la pena rechazarla…; pero por otro lado, si todo iba bien y, de pronto, hay algunos fallos, quizá el error no sea nuestro y haya algo que no sepamos que haga que no todo esté perdido. Pero…aún en este caso ¿cómo demonios debemos actuar?
El 99% de los hombres maneja mal la presión y las dificultades porque NO saben gestionar la paciencia. Eso hace que por no esperar actúen de dos formas: o pasan de la chica y no vuelven a llamarla nunca; o la llaman una y otra vez hasta que consiguen cerrar la cita, mostrando necesidad y destrozando la interacción con poca posibilidad de reparación.
No hay que olvidar que las mujeres tienen VIDA real. Tienen cosas que hacer y pueden no responder al teléfono porque estén trabajando o haciendo cualquier otra cosa. También hay que entender que antes de tener sexo con ellas, aún estamos en fase de “prueba”, es decir, que ellas realizan pequeños test poniéndonoslo difícil, para ver cómo reaccionamos.
Lo ideal en estos casos es no volver a contactarla ese mismo día, pero tampoco descartarla por completo.¿Cómo se materializa esto en la práctica? Mostrando un poco de “hielo” o distancia, y pasado cierto tiempo, volver a intentarlo. Con la regla de que nunca se puede intentar algo más de 2 veces (3 si la chica nos parece absolutamente excepcional y si fue ENCANTADORA en las etapas anteriores). Tened en cuenta que son interacciones que “damos por perdidas”, no tenemos nada que perder.
Veamos algunos ejemplos:
  • Sugerimos de palabra la idea de ir a cenar un sábado por la noche. El viernes llamamos a la chica para concretar/confirmar y no nos lo coge ni nos devuelve la llamada. En este caso, dejamos pasar una semana sin dar NINGUNA señal de vida, y volvemos a llamarla. Si no coge, dejamos pasar un mínimo de 2 o 3 semanas…y la contactamos por Facebook, preguntándole qué tal le va todo, de forma muchísimo más informal. Ella contesta y volvemos a escalar en la interacción.
  • Conocemos a una chica por la noche y nos damos los teléfonos, apalabramos la idea de ir juntos a patinar un día juntos y ella parece muy receptiva. La llamamos pasados unos días, para concretar la cita, y ella SI responde al teléfono, pero nos dice que está muy liada y que esa semana no puede, nosotros decimos que genial, que ningún problema y que nos mande un mensaje cuando sepa qué días va a tener libres. Ella no manda ningún mensaje. Nosotros dejamos pasar dos semanas (una para que nos mande el mensaje que finalmente no manda y otra para crear “hielo”) y pasado ese tiempo volvemos a llamar. Ella coge el teléfono y nos dice que siente haber estado desaparecida y que finalmente sí puede quedar. Concretamos la cita y acude.
En mi propia experiencia, este tipo de casos en los que la chica no nos rechaza, pero tampoco nos lo pone fácil son, como mínimo, la MITAD de las interacciones. Es decir, que es MUY normal que esto ocurra. Primero, porque las chicas tienen vidas reales, ocupadas y llenas de cosas que las hacen inaccesibles, al igual que nos pasa a los hombres también. Segundo, porque culturalmente ellas crecen pensando que pueden ser más informales que los hombres y se preocupan menos de contestar, responder, etc. Y tercero, porque, a veces, las chicas querrán ponernos a prueba y ver cómo manejamos el estrés ante una situación difícil.
Así que, una vez más, aquí la PACIENCIA y el autocontrol es CLAVE. Ella nos está poniendo a prueba y necesita saber que somos capaces de persistir sin mostrar necesidad y sin perder el control, ni dejar de ser selectivos.
Si te interesa saber más sobre mi forma de pensarvisita mi página web

Una forma original de hacerse famoso

Hoy os traigo un vídeo divertido y curioso que tiene más de 30 millones de visitas y que nos muestra, una vez más, que NO está todo inventado y que siempre podemos encontrar formas de dar la vuelta al mundo, de la forma más insospechada. Espero que os guste!

Trucos conversacionales. 17- No te obceques

Hoy voy a hablar de un error que cometen muchas personas a la hora de intentar “prolongar una conversación que no está yendo como nosotros queremos. Y es la actitud de intentar agarrarse a un “clavo ardiendo”. Es decir, que sea lo que sea lo que nos cuente la otra persona…intentamos conseguir que ese tema en cuestión se convierta en una mina de oro que nos dé miles de palabras para continuar, e intentamos sacar petróleo de donde no lo hay…haciéndolo de forma muy forzada y mostrando mucha necesidad.

Un ejemplo de esto sería cuando nos interesamos excesivamente de algo sin importancia. Por ejemplo:

– Hombre: ¿qué estudias?
– Mujer: derecho
– Hombre: qué interesante, eso debe ser increíble…cuéntame más…

Esa respuesta NO está justificada. Si ella no te está dando conversación, acepta la situación desde el principio y busca soluciones, pero no intentes convencerte de que lo que te está dando es interesante cuando no lo es, porque ya dijimos que a nuestro cerebro no se le puede engañar. Si algo es aburrido, insulso y poco valioso…no tiene ningún sentido intentar convencernos de lo contrario.

Entonces, posibles soluciones a este problema:

  1. Intentar dirigir las preguntas hacia lo que la hace una persona única. Esto lo comentamos ya en artículos anteriores. En el caso del derecho sería mucho mejor preguntar: “¿Por qué decidiste estudiar derecho?”
  2. Ante la duda, mejor que parecer que no tenemos vida propia y que nos entusiasma cualquier cosa que nos cuente una mujer…es mejor cambiar el tema de conversación hacia nosotros y hablar de nosotros, contar algo con humor, hablar desde la perspectiva del yo, o simplemente, cambiar de tema. Por ejemplo: “La verdad es que del tema de derecho no tengo ni IDEA. Siempre he pensado que es algo complicado, porque hay que tener mucha memoria…pero yo siempre he sido más de arte…¡no en balde estoy un poco loco!”
  3. Deja tiempo para escuchar lo que te dice. Si ella te dice que simplemente estudia derecho y tú te apresuras a contestar, realmente no sabes si ella quería añadir algo más. Y en el caso de que en un principio no quisiera añadir nada más, el simple hecho de que tú generes un pequeño silencio incómodo y la mires esperando de ella más inversión, en la mayoría de los casos, suele ser suficiente para que la otra persona empiece a invertir.
  4. Diviértete y, ante la duda, elige el humor. Si tienes que hablar de algo, como última opción y a la desesperada, por lo menos diviértete y tómatelo con humor. No dejes que su falta de inversión afecte a tu estado. Por ejemplo: “Pufff, derecho…la verdad es que me gustaría hacerme el interesante contigo, María, pero de derecho no tengo ni puñetera IDEA. Vamos a tener que encontrar otro tema de conversación más divertido. ¿Tienes perro?”
  5. Sé empático. Antes de enfadarte…piensa por qué esa chica puede estar invirtiendo poco y plantéate que quizá tú has empezado de una forma equivocada…o que ella te puede estar percibiendo como un pesado. No intentes huir de sus pensamientos. La mejor forma de eliminar estas resistencias es sacándolas en la conversación: “María, soy consciente de que hablar de lo que estudias ya lo has hecho mil veces esta noche pero es que quiero conocerte un poco…entonces, vamos a hacer un trato…tú me das un par de datos sobre ti, y yo prometo contarte cuatro chistes divertidísimos después”.

NOTA: como habrás podido observar, estos ejemplos son para rescatar una conversación que estaba siendo aburrida (la del derecho). No estoy recomendando que lo más interesante para preguntarle a una mujer sea su profesión, al contrario. Pero como es algo común, que muy a menudo, hace que nos atasquemos, me ha parecido un buen caso para ver posibles salidas.