Seleccionar página

Hoy voy a cerrar esta sección hablando sobre el lenguaje corporal que podemos hacer para cuidar o proteger a la persona con la que estamos hablando, algo que es muy importante.

La labor de una persona Alfa, de un líder…al final es proteger y cuidar a los demás…al igual que el macho Alfa de una manada de animales tiene que cuidar y proteger al resto de animales de su grupo.

Como siempre digo, el hombre es un animal simbólico, esto quiere decir que la protección se hace con gestos o pequeñas acciones simbólicas y no tanto con una protección real. A veces, escuchar es una forma estupenda de cuidar y preocuparse por una persona, y no es necesario hacer más.

Ahora bien, nuestro lenguaje corporal a la hora de ayudar y cuidar a otra persona en una conversación es MUY importante. No sólo debemos cuidar de palabra o escuchando. Es básico que acompañemos esto de un contacto físico de protección y un lenguaje corporal no-invasivo y cariñoso.

Pondré varios ejemplos de cómo podemos cuidar con nuestro lenguaje corporal:

  • Tocando con nuestra mano el brazo de la otra persona en el espacio que hay entre el hombro y el codo. Esto se puede hacer cuando preguntamos qué tal está, cuando nos interesamos por algo o cuando queremos animar a la otra persona. Debe hacerse en un lado. Si es con nuestra mano derecha en su brazo izquierdo, mejor, porque esto está más en contacto con su lado emocional (hemisferio derecho del cerebro).
  • Cuando nos cuenten un problema o veamos que la otra persona está triste, es tremendamente útil y poderoso abrazar a la otra persona. No esperes a que la otra persona te lo pida. Si realmente ves que la chica está triste, abrázala (incluso entre hombres no es para nada mala idea abrazar cuando otra persona está triste). Al abrazarla acaricia un poco su espalda. Da un abrazo de verdad. Incluso puedes terminar el abrazo dando un beso en la sien o en la frente. Y al terminar el abrazo, es bueno dar palabras de ánimo del tipo “ya verás cómo al final todo se arregla”…”tranquila que tú vales mucho”, etc.
  • Si estamos ante una chica, es muy poderoso también acariciar su cara cuando vemos que está triste, en la mejilla, agarrándole suavemente el moflete con nuestros dedos índice y medio, respectivamente, como lo haría un padre con su hija. Es una forma de quitarle hierro a la situación y darle un poquito de humor para que la chica se anime.
  • Si la chica que tenemos delante se está infravalorando a sí misma…un recurso buenísimo es agarrarla suavemente con nuestras dos manos en sus dos brazos entre sus hombros y sus codos (como en el primer ejemplo). Es decir, la cogemos con nuestras manos por los dos brazos a la vez que la miramos fíjamente a los ojos…y le decimos algo MUY positivo y muy asertivo sobre ella. Por ejemplo: “María, tú vales muchísimo…y eres una tía estupenda….no digas nunca lo contrario, ¿ok?” o “María, eres una persona muy inteligente y con mucho talento…seguro que lo haces fenomenal…sé positiva, ¿vale?”.

En realidad no es un lenguaje corporal nada raro, porque es lo que casi todos nosotros hemos vivido con nuestros padres de pequeños. Un buen líder a veces tiene que cuidar como un padre, animando y dando cariño real y sin esperar nada a cambio a la otra persona.