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La paciencia es muy importante, pero como ya ha señalado algún lector…no todo en esta vida es esperar; también hay que avanzar. Ser paciente NO significa no hacer nada. Simplemente significa ser capaces de esperar a que la situación sea propicia, en vez de forzar la interacción avanzando antes de tiempo. Es decir, se trata de mantener a raya la NECESIDAD.

Siguiendo la analogía de la comida del artículo anterior, escalar o avanzar en la interacción sería el equivalente a echar la sal en la comida. Una comida sin sal es totalmente insípida, porque hace FALTA sal. Pero la sal sólo debe echarse en momentos muy puntuales y en cantidades razonables.

Tiene que haber un equilibrio. Y en este equilibrio la paciencia juega un papel básico. Lo ideal es que seamos capaces de esperar todo lo necesario…pero consiguiendo avanzar (echar sal) en cuanto la interacción nos lo permita. Eso sí, de una forma despreocupada y sin NECESITAR resultados. Cuando avancemos tenemos que hacerlo porque es parte de nuestra naturaleza como hombres y no porque la necesidad nos obligue a ello. Este matiz es muy importante.

¿Cómo identificar cuándo es el momento de avanzar? Cuando NO venga a cuento. Sí, has leído bien. El mejor momento del mundo para escalar física y sexualmente con una mujer es, precisamente cuando MENOS se lo espere y cuando esté cómoda y confiada hablando de otra cosa. Es decir, cuando estemos a punto de que ella piense que sólo la queremos como amiga.

Lo poco gusta y lo mucho cansa. Los hombres “Beta”, intentan avanzar poco a poco, con cuidado e intentando que el contexto lo propicie, haciendo los típicos comentarios que todo el mundo haría. Algunos ejemplos:

  • Intentar aprovechar un baile para hacer kino.
  • Intentar aprovechar un dolor de espalda para magrearla.
  • Piropearla justo cuando ella dice que “no está guapa”.
  • Intentar crear tensión sexual cuando en la conversación sale el tema del sexo.
  • Etc.

Todo esto es MUY frusco. Y tiene su por qué evolutivo. Aprovechar la situación del momento para tomar ventaja es MUY fácil. Es algo que TODOS podemos hacer y es producto de una mentalidad cobarde, con miedo de “mojarse” y exponerse al hacer las cosas.

El que avanza sin venir a cuento está demostrando que es MUY valiente y que NO tiene miedo de exponerse. La única justificación que tiene es que QUERÍA hacerlo. Basar nuestras acciones en decisiones propias y no en situaciones propicias es algo básico en la vida. De hecho, podríamos resumir el éxito en eso: que nuestra actitud genere las situaciones y no que las situaciones generen nuestra actitud. Los cobardes esperan las situaciones. Los triunfadores las crean.

Así que recuerda. Sé trata de ser paciente..esperar a que ella esté cómoda y confiada y en ese momento jugar fuerte y escalar de una forma decidida. Una vez hecho eso, hay que relajar de nuevo, y seguir siendo paciente, hasta que la situación propicie una nueva escalada, tiempo después.