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Como muchos de vosotr@s ya sabéis, tengo novia, así que esto NO ES UN PARTE DE SARGEO. Además, tampoco es el estilo de este blog. Una vez dicho esto, voy con el artículo.

El otro día tuve una conversación muy, pero que muy interesante con una camarera. No entraré en detalles del cómo y el cuándo, porque si no, se me eterniza el post, pero sí que diré que era una mujer muy atractiva que llamaba la atención muchísimo a cualquiera que tuviera buena vista y fuera sobrio, como era mi caso. Hablando claro: estaba buenísima.

No digo esto para que todos penséis: “¡Wow, Álvaro Tineo puede hablar con súper TBs a todas horas!”. No. Lo de que es una chica espectacular lo digo porque viene al caso, ahora entenderéis por qué.

La chica era azafata de eventos, pero no daba la impresión de que le fuera muy bien. En un momento dado, le dije cariñosamente que era una mujer espectacular y que si no había intentado trabajar como modelo de publicidad o hacer algo de un poco más de categoría…y entonces fue cuando vi “la cara”. Fue la misma cara que pondría un niño de 5 años si le pones a resolver una ecuación de cálculo diferencial. O como la que pone un abuelo de pueblo con boina cuando un extranjero le pregunta algo en inglés. Es decir, aquello le sonaba a chino.

Al intentar averiguar el motivo de semejante cara me dio la impresión de que se consideraba muy poco atractiva y que no le cabía en la cabeza poderse dedicar a algo así. Yo creo incluso que pensaba que me estaba intentando reír de ella o algo parecido. Cambié de tema porque vi que se empezaba a sentir incómoda y seguimos charlando de otra cosa.

Pero es algo que he meditado mucho, porque la imagen que tenemos de las mujeres atractivas (por no decir de todas las mujeres) es algo totalmente distorsionado. Y nos pasamos la vida mainterpretando lo que hacen. Os asombraría saber la cantidad de inseguridades, miedos y limitaciones que tienen. Y me atrevería a decir que cuanto más borde es una mujer, más inseguridades esconde, porque alguien realmente seguro de uno mismo no necesita ser antipático. La antipatía no deja de ser un escudo.

Una chica atractiva puede ser borde en una discoteca, al conocerte por primera vez. Pero esa es una actitud social. Si en vez de intentar ligártela, charlas con ella normal…dejará de ser borde y saldrá su verdadera personalidad. Y en esa personalidad descubrirás que hay una chica asustada, sola y con mucho miedo que está deseando tener una persona que la escuche y que la haga sentir especial.

Son pocas las personas que tienen una gran independencia y seguridad en sí mismas, y las mujeres no son distintas en eso. Te aseguro que las mujeres atractivas esconden las mismas inseguridades que podemos esconder los hombres. La única diferencia es que, quizá, lo saben disimular mejor. Al menos al principio.

Así que, merece la pena plantearse los negas y todas esas chorradas efectistas, porque es algo con lo que podemos hacer mucho daño. No hay que olvidar que estamos ante personas que tienen sentimientos y que ya tienen bastante con sus vidas y sus limitaciones, como para que vengamos nosotros a castigarlas por culpa de su belleza.