Vamos hoy con algunas conclusiones no muy intuitivas que pueden sacarse de la trilogía “Cincuenta Sombras”.

– Pelo y olor. En el libro se menciona el olor y el pelo de Grey mil veces. En cambio respecto al resto de su aspecto, apenas se hace mención. Así que, creo que deberíamos empezar a dar prioridad máxima a oler bien y llevar un corte de pelo con clase y estilo. No me parece descabellado pensar que es de lo que más llama la atención a las mujeres de nuestro físico. Creo sinceramente que los chicos estamos enfocándonos en la dirección equivocada a la hora de trabajar nuestro físico (músculos, gimnasio, pavoneo, llamar la atención), en lugar de ir en la dirección que a ellas les gusta (sutileza, esbeltez, buen olor y estilo).

– Mirada y sonrisa. No viene mal recordar la importancia de estos dos elementos que muchas veces descuidamos. La protagonista enfatiza una y mil veces la importancia de estas dos cosas en el proceso de seducción. Y creo que es muy acertado pensar que si miramos y sonreímos con carisma, seguridad y cercanía… tenemos muchísimo ganado.

– Control. Grey es un obseso del control. Y eso es atractivo. Pero siempre que se sepa recular cuando ella lo necesite. El control es un concepto que tiene mala fama… pero creo que deberíamos plantearnos que una acepción sana de control, en la que tenemos las riendas de nuestra vida, y en la que seguimos una inercia de determinación y dirección a la hora de hacer las cosas, podría ser muy, pero que muy positiva. Si Ana no dice nada, Christian siempre tiene las decisiones ya tomadas. Sólo las ajusta si ve que ella se opone. Pero en caso contrario, todo está arreglado y controlado por él. Ese contexto de tener todo decidido “por si acaso”, sabiendo luego adaptarse si ella necesita algo… puede que sea una de las claves del atractivo del personaje.

– Protección no interesada. Grey está siempre preocupado por la protagonista. Pero nunca es para ganar su aprobación, ni para obtener nada a cambio. Simplemente es la forma que él tiene de ser. Si alguien entra en su mundo, goza de su protección. Él es protector y territorial por naturaleza. Una vez más, creo que esto sólo es atractivo entendiendo que Grey jamás espera NADA en compensación por preocuparse y cuidar de ella. Es, simplemente, un privilegio que se tiene al estar en su vida. Este matiz es crucial.

– Líder. Además de tener mucho dinero… El protagonista es un líder nato. En cualquier situación dada, toma decisiones, lidera grupos, se mete en el bolsillo a la gente y establece una comunicación efectiva y resolutiva. Las habilidades de liderazgo puede que sean más importantes de lo que nos pensamos. Y tenemos estas áreas muy poco atendidas dentro del mundo masculino.

– Personalidad culta. Los chicos con frecuencia descuidamos o nos creemos que ellas no valoran esto. Pero creo que el que una mujer sienta que está con un hombre que sabe de todo y que puede desenvolverse en cualquier entorno es un gran punto a favor. Especialmente cuando estamos ante mujeres inteligentes. No olvidemos que leer, escuchar, viajar, aprender, tener la mente abierta, y saber del mundo que nos rodea… puede ser un catalizador de la atracción muy poco intuitivo, pero tremendamente poderoso.

– Sexualización. Los hombres deberíamos sacar más la pasión en nuestras relaciones. Esto no quiere decir mostrar necesidad ni ser babosos. Sino estar más en armonía con nuestra sexualidad. Especialmente cuando estamos al lado de una mujer que nos quiere y que nos desea.

– Piropos. La ingente cantidad de veces que Grey piropea a Ana… me deja bastante claro que deberíamos dedicar más tiempo a piropear a nuestras parejas. Asignatura pendiente que no deberíamos pasar por alto ni hombres, ni mujeres. 

Y aquí termina esta serie de artículos. ¡Espero que te hayan sido de interés!

Hasta ahora hemos analizado cosas que más o menos tenían cierto sentido o que, al menos para mí, eran relativamente predecibles… pero en el artículo de hoy voy a comentar aspectos que me han llamado mucho la atención y que no habría pensado a priori jamás que podrían ser atractivos para una chica.

– Ella dice no, él dice sí. Algo que ocurre con muchísima frecuencia en el libro es que él, de forma controladora, sugiere que ella haga algo. Ella se niega al principio… él insiste. Discuten. Al final ella lo hace y, después de hacerlo, en secreto ella agradece que él haya insistido y se da cuenta de que era mejor así. En alguna ocasión ella se niega, le “desobedece” y al final las cosas salen mal. En ambos casos, la conclusión es que él tenía razón. Es muy curioso cómo la novela siempre acaba poniendo la balanza a favor de Grey y de su patológica obsesión por el control. Ana se niega, refunfuña y se rebela… pero secretamente le admira por tener razón, y se siente atraída hacia su excesivo control y poder.

– La corbata. Un elemento que aparece mencionado muchísimo, sobre todo en las escenas sexuales es la corbata (y el traje). La corbata es uno de los grandes iconos eróticos del libro. No en vano, es una de las imágenes de la portada. Yo no sabía que esta prenda tenía tanto “morbo” para las chicas, pero tiene lógica, al ser uno de los grandes símbolos del poder, y el mundo de los negocios. 

– Ropa seria y normal. Grey jamás iría pavoneado o llamando la atención. Su look es totalmente serio y formal. Nada de colores llamativos, nada de ropa de sport (sólo cuando está en la absoluta intimidad de su hogar, y ni aún así es muy informal). Por el contrario, viste excesivamente formal, de traje y transmitiendo estatus y seriedad. Esto a la protagonista le encanta. Y cuando él viste con vaqueros, para ella eso es una absoluta revolución en cuanto a “rebeldía sexual”. Me da la sensación de que los hombres últimamente estamos intentando vestir un poco como las chicas, llamando la atención y llevando ropa sexy, enseñando más cantidad de piel, con colores llamativos… y quizá eso sea un error. Es muy posible que ellas se sientan más atraídas hacia ropa que transmita estatus, autocontrol y no-necesidad de destacar.

– Dudas por todo. Anastasia (la protagonista) se pasa todo el libro analizando y teniendo dudas por todo. Sus diálogos interiores no son JAMÁS de certidumbre. Nunca está segura de absolutamente nada. Pase lo que pase, y haga lo que haga él, ella piensa que algo va mal. Y duda de si las cosas no tendrán algún fallo del que no se ha dado cuenta. No sé si será igual en todas las chicas… pero me da la sensación de que son, efectivamente, mucho más analíticas que nosotros. Y que si tienen dudas, no tiene por qué ser algo malo. Quizá sea, simplemente, lo normal.

– Mandón. Christian Grey es mandón a más no poder. Controlador y mandón. Siempre está dando órdenes. Intenta controlarlo todo y no deja que ella haga prácticamente nada sola. Está encima de todo y la dirige constantemente. Esto a ella le irrita pero, a la vez, le atrae. De hecho, algunas de las formas cariñosas en las que ella le llama a él son: “obseso del control”, “mandón”, etc. Conscientemente nos dicen que no, pero luego novelas como esta reflejan que en el fondo… puede que haya una componente instintiva y evolutiva que hace que las mujeres siguen prefiriendo al “macho alfa dominante” y controlador, porque es mejor protector que otro que no lo fuera. Desde luego parece ser una de sus fantasías. 

– Se preocupa. Grey trata a Ana como su hija. Se preocupa enfermizamente por ella como lo haría un padre con un bebé. Está pendiente de todo. Le pone “niñera” para que la vigile en todo momento. Estudia todos sus movimientos. No para de preocuparse por su comida, su salud, etc. Y así, hasta el infinito. Una vez más, esto a ella le irrita, pero le atrae. Esta es una de las grandes constantes del libro: cuanto algo más la irrita a ella… más la atrae. Deberíamos meditar esto… porque no es nada fácil diferenciar cuándo una chica está irritada por “exceso de atracción” (lo que significa que vamos por el buen camino). Y cuándo lo hace porque realmente está incómoda y cogiéndonos “manía”. Pensaré sobre ello con detenimiento…