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Algo que tenemos que saber ofrecer a las personas que nos rodean es estabilidad emocional. Las otras personas deben saber que siempre que se porten de forma respetuosa y adecuada, nosotros estaremos ahí para cuidar de ellas.

Da igual que estemos hablando de un amigo, un trabajador, un niño pequeño o una mujer que nos guste, todas esas personas deben saber que si ellos se portan bien con nosotros, nosotros nos portaremos bien con ellos.

Es decir, tenemos que demostrar que tenemos estabilidad emocional suficiente para garantizar la protección y el cuidado de las personas importantes para nosotros siempre que ellas respondan adecuadamente. El caso extremo de este principio estaría en una relación estable de pareja donde el hombre garantiza cuidar a la mujer a lo largo de toda la relación y ella se siente segura, confiada y entregada por ello.

Como siempre digo, la vida no son blancos o negros, sino grises. El blanco en este caso sería cuidar siempre a una chica como nuestra pareja. El negro sería intentar tener algo con ella sin ofrecer NADA de protección o de estabilidad…pero el gris consiste en ir ofreciendo garantías de protección a medida que esa persona nos demuestra que está a nuestra altura y que ofrece respeto, cariño y buenas formas en su trato hacia nosotros.

Somos nosotros los que debemos elegir cuánto “gris” queremos dar a cada mujer, pero ese gris debe ser estable. Es decir que nosotros elegimos cuánto debemos cuidar a una chica…pero ese cuidado debe ser fiable y estable en el tiempo. Ella tiene poder confiar en nosotros en ese sentido y sentirse cuidada y protegida.

El comportamiento positivo de ella debería ser recompensado con cierto compromiso por nuestra parte para cuidarlas…todo ello hasta un máximo que nosotros veamos razonable que nos podemos permitir en nuestra vida.

Por muy bien que vaya una relación con una chica, no tenemos la obligación de que eso se convierta en una relación de pareja estable. Pero sí que tenemos la obligación de cuidarla hasta cierto punto y que ella sepa que puede contar con nosotros para ciertas cosas.

Esto no es distinto de lo que le ofreceríamos a un buen amigo. Ese amigo sabe que en ciertas cosas siempre estaremos ahí. A nuestros amigos les damos siempre una gran estabilidad emocional que hace que se afiance el vínculo mutuo. Con una chica debemos tener la misma actitud. Ella debe notar que al margen del sexo, hay un vínculo personal que hace que la tengamos en cuenta.

Veamos cómo puede demostrarse la estabilidad emocional con una chica con la que tenemos una relación “especial”:

  • Mandar mensajes para ver qué tal está, cada cierto tiempo. Por ejemplo podemos mandar un mensaje el día que ella tenía un examen importante, la operación de un familiar, una entrevista de trabajo, etc.
  • Dedicar tiempo a escuchar sus problemas sin intentar arreglarlos, sólo escuchando y dando ánimos.
  • Estar pendiente de que ella esté bien y a gusto cuando esté a nuestro lado. Por ejemplo preguntándola si tiene frío, si le gusta el sitio, etc.
  • Hacer cosas que no tengan nada que ver con acabar teniendo sexo con ella. Y disfrutarlas genuinamente sin que nada más ocurra: Ejemplos: ir al cine, teatro, un concierto, un monólogo…ir de compras un día que tenemos que comprar un regalo para nuestra hermana…etc. Es decir, planes que no impliquen una cita con final sexual.