Seleccionar página

Un problema que tenemos muchos hombres es que quizá no sabemos cuánto tiempo dedicar a cada interacción. Pues bien, una analogía que me ha ayudado mucho a mí a entender esto es la cocina.

¿Cuánto tiempo lleva cocinar? Bastante. Y partiendo de este punto de vista se pueden sacar muchas conclusiones.

Cocinar un plato no requiere un tiempo infinito. Tampoco es algo ambiguo, una vez que entiendes la complejidad del plato y lo que el mismo requiere, está bastante claro el tiempo que hay que dedicar. O, al menos, en qué momento hay que hacer cada cosa.

Es interesante entender esto porque asar una carne en el horno tarda lo que tarda. Podemos acelerar un poco el marinado…tener la cebolla frita congelada o el horno precalentando mientras hacemos el sofrito. Pero hay cosas que NO se pueden alterar. El tiempo de cocción o el tiempo de horneo es algo que NO se puede alterar. Tarda lo que tarda. Si intento subir el fuego, lo único que haré será quemar la carne, pero no conseguiré que se haga antes.

En la interacción con una chica ocurre lo mismo. Hay ciertos detalles o atajos, que pueden acelerar ciertas partes de la interacción (al igual que podemos hacer el sofrito mientras horneamos para ahorrar tiempo), pero las partes más importantes de la interacción NO se pueden acelerar (como el tiempo de horneo de una carne). A veces tarda más, y a veces tarda menos, pero para hacer que una mujer se sienta cómoda y confiada a nuestro lado, será necesario dedicar un número de horas determinado. Si dejamos pasar las horas indefinidamente la interacción decaerá y nos verá con poco valor (la carne se nos pasa y seca)…y si intentamos forzar los cierres antes de tiempo, la chica se irá (la carne está cruda) o se enfadará (si subimos el fuego la carne se quema).

En los puentes temporales ocurre lo mismo…si yo estoy constantemente llamando o abriendo la conversación por el chat…es como si, cada dos por tres abro la puerta del horno para ver cómo va la carne…así lo único que haré será secar la carne y conseguir que no se haga y que pierda el aroma.

Una vez más: hay cosas que llevan el tiempo que llevan. El cerebro de una mujer está programado para dedicar tiempo a conocer a una persona y comprobar que esa persona es realmente Alfa. El factor tiempo es algo que ellas saben que no se puede fingir.

Podríamos decir que, en función de lo “sociable” o “accesible” que sea una chica…esos tiempos se verán reducidos. No es lo mismo una mujer tremendamente altiva que otra mucho más abierta y simpática. Los tiempos no serán los mismos. Tampoco será lo mismo una mujer que nos presenta un amigo que otra que no conocemos de nada. Al igual que tampoco tardaremos lo mismo en hacer un sándwich, que en preparar una pierna de cordero.

Cuanta más experiencia tengamos, más rápido sabremos percibir cuánto tiempo tenemos que dedicar a cada interacción y cómo de fuerte tenemos que poner el “fuego”, es decir, cómo de rápido tenemos que ir escalando. Pero para ello tenemos que ser pacientes y NO tener prisa.