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El enfado

El ser humano tiene respuestas muy útiles para defenderse del medio que le rodea. Una de las más poderosas es el enfado/rabia.

La rabia es un acto reflejo que está pensado para defendernos de ataques que ocurren rápido y que hacen peligrar nuestra vida. Incluso hoy día, en una pelea, en un atraco o en una amenaza de agresión la capacidad de enfado es lo que salvará nuestra vida y nos hará atacar primero, defendernos y sobrevivir. Es decir que la rabia, para contadas ocasiones va a ser una respuesta básica para sobrevivir.

El problema es que para el 99,9% de las interacciones restantes va a ser una herramienta completamente inútil. El enfado es SÓLO útil cuando nuestra vida está directamente amenazada por alguna agresión. Para el resto de ocasiones es contraproducente y a nivel externo es percibido como un rasgo muy débil, porque la gente realmente poderosa nunca se deja llevar por las emociones y sólo se deja llevar por el enfado cuando REALMENTE estamos ante una situación que puede requerir violencia. En el resto de casos, no.

El autocontrol y la capacidad de permanecer con la mente fría en situaciones difíciles es algo básico para tener éxito en la vida.

Es por ello que en el mundo de la seducción se hace tanto hincapié en el concepto de no-reactividad. Una persona reactiva es una persona que reacciona negativamente (se enfada) cuando algo no sale como él espera. Es decir, una persona reactiva es una persona que utiliza el enfado en situaciones que NO amenazan su vida. Para una mujer esto es percibido como un tremendo rasgo de INSEGURIDAD y de incompetencia evolutiva.

Una persona que descalibra en sus emociones básicas es algo que una chica siempre va a intentar evitar. Un hombre así amenaza su reputación, su bienestar y su propia seguridad. El maltrato de género comienza, precisamente, con este descalibraje tan nefasto del manejo de la rabia y el enfado.

Tened en cuenta que el enfado, cuando nuestra vida no peligre, NUNCA es útil. Pase lo que pase, si mantenemos la calma podremos hacer que la situación acabe siempre a nuestro favor, porque la rabia cierra la actividad consciente y se centra en reacciones agresivas inconscientes, con lo cual nuestra capacidad de análisis se ve mermada y NO somos capaces de pensar con claridad. Se nos “va la cabeza”.

Es por ello que enfadarnos NUNCA estará justificado y siempre será algo inútil e innecesario que va a hacernos ser percibidos como personas de poco valor, inseguras y con nula inteligencia social.

Sea cual sea la situación a la que te estés enfrentando, piensa que cuanto más te enfades, más estás bloqueando el acceso a tu mente racional y consciente y más actuarás de forma irracional. Lo que va a mermar completamente tu probabilidad de éxito…especialmente en tu relación con las mujeres.