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Jugar a la Contra y crear hielo. Vol. 5

Otra forma muy importante de transmitir que no estamos buscando la aprobación de una mujer es demostrar con nuestras acciones que no tenemos miedo de perderla. Un forma lógica y racional de expresar esto es creando hielo.

Crear hielo consiste en alejarnos de la chica y dejar que el factor “tiempo” la haga ver que NO la necesitamos. Es decir, la hacemos ver que no tenemos miedo de retirarnos del juego…y que no vamos a estar siempre detrás de ella. Es una manera de enseñarla que ella tiene que invertir y tener un buen comportamiento con nosotros.

Hay que tener mucho cuidado de crear hielo de forma natural…y no para hacernos los interesantes, que es lo que promueve la Santa Doctrina de la Seducción y eso no es buena idea para nada.

No hay que hacerlo de forma reactiva…ni para conseguir un resultado o escarmiento por parte de la chica. Nuestra parte va a consistir en que ella sepa que:

  1. No vamos a invertir en la interacción si ella está haciendo algo mal o faltándonos al respeto.
  2. Que tenemos cosas que hacer y no podemos estar pendiente de ella siempre.

El matiz es el siguiente: NO estamos castigándola, ni manipulándola para que “vuelva”…estamos, simplemente, alejándonos de algo que no nos gusta, o haciendo nuestras cosas. ¿Que ella vuelve? Genial. ¿Que no? Nos tiene que dar igual, porque nosotros creamos hielo por congruencia, no para obtener nada de ella.

Veamos unos ejemplos:

  • Con una chica que estamos conociendo a través de las redes sociales surge el tema de quedar con ella. A los dos nos parece bien un plan concreto y quedamos en confirmar al día siguiente. Al día siguiente le mandamos un mensaje para confirmar y no nos contesta. A partir de ese momento nosotros no nos pondremos en contacto con ella bajo NINGUNA circunstancia hasta que ella nos contacte de nuevo. Ni por mensaje, ni por redes sociales, ni nada. Si ella tiene una falta de formalidad tan grave, no podemos permitirnos el lujo de ir detrás de ella.
  • Tenemos una cita con una chica y la cosa va genial…la siguiente semana nosotros tenemos mucho trabajo y le comentamos que vamos a estar una semana “desconectados”. Estamos una semana sin contactarla…y hasta que pase la semana de trabajo no contactamos con ella. No es un castigo. Es lo que implica tener una vida real, interesante y activa. Nada más. Por un amigo no haríamos una excepción en algo importante como un proyecto de trabajo, por una chica tampoco.
  • Tenemos a una chica agregada al msn…y un día la hablamos y nos contesta de forma seca sin invertir…nosotros tampoco invertimos y creamos hielo TOTALMENTE. No volvemos a saludarla hasta que ella nos salude y sea maja primero. No es un castigo, es simplemente lo que debe ser. Si una persona no valora totalmente nuestra compañía ya sabe dónde está la puerta. No vamos a ir detrás de nadie. Hay que ponerse MUY dignos con estas cosas.
  • Escribimos un Whatsapp a una chica para preguntarle si está mejor de un resfriado. No nos responde. No volvemos a contactarla hasta que ella retome el contacto. Hay excepciones para todo, pero lo normal es que acabe contestando. En cualquier caso, eso debe darte igual, porque realmente tienes que perder el miedo a perderla. Tienes que meterte, de verdad, en la piel de una persona que no tiene miedo de perder una mujer que está faltándole al respeto.
  • Una chica con la que nos estamos viendo queda en llamarnos un día concreto para confirmarnos si puede quedar al día siguiente. No lo hace. Nosotros no hacemos NADA hasta que ella nos contacte. Si ella ha quedado en llamar, que llame. Si no es capaz de cumplir algo tan sencillo y luego no es capaz de llamar pasados unos días para disculparse…peor para ella, pero nosotros no vamos a estar detrás de nadie.

El romance y dirigir la situación. Vol. 7


Hoy voy a hablar de un punto muy importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de cuidar y proteger a una mujer.

Algo que tenemos que saber hacer es dirigir la situación cuando pase algo mal o cuando la chica con la que estamos tenga un problema.

Ya dijimos que el romance, realmente consiste en cuidar y proteger a la otra persona. La mujer no necesita que el hombre esté constantemente encima suyo pero sí que necesitará, en momentos puntuales, que estemos ahí para protegerla, animarla, cuidarla y ocuparnos de los problemas.

En esos momentos puntuales y cuando veamos que ella está ante un problema que no puede/sabe solucionar sola deberemos dirigir nosotros la situación y encargarnos de todo.

Veamos algunos ejemplos:

  • Estamos andando por la calle y por su lado de la calle viene un hombre que la mira mal y va bastante borracho…nosotros la cogemos por la cintura, la cambiamos de lado (para que el hombre venga por nuestro lado) y nos mantenemos abrazados a ella por la cintura hasta que el hombre pasa.
  • Ella nos cuenta un problema y se pone muy triste. Nosotros la agarramos suavemente, la abrazamos, le damos un besito en la frente. Le decimos que todo va a salir bien, que no se preocupe. Le damos mucho cariño durante un rato y la ayudamos a buscar soluciones al problema. Una vez hecho eso, le decimos que vamos a invitarla al cine a ver la película que ella quiera para que se despeje. No se trata de arreglarle todos los problemas, sino de dirigir la situación y ayudarla a estar bien. En esos momentos ella necesita que nos encarguemos de las cosas.
  • En una discoteca, estando con una chica con la que nos vemos con frecuencia, un chico se pone a molestarla y ella no sabe cómo reaccionar. Nosotros entramos en escena educadamente. Cogemos sutilmente la mano de la chica, nos ponemos entre el chico y ella…y nos ponemos a charlar con el chico. No hace falta ser violento. Estamos tranquilos en todo momento, pero somos nosotros los que tomamos la iniciativa y dirigimos la interacción para que todo vaya bien.
  • Llegamos a un restaurante y hay mucha cola. Nosotros, en seguida, proponemos otro sitio que hay al lado y que está igual de bueno.

Es decir, que una de nuestras funciones es resolver problemas. Eso se nos da muy bien a los hombres. Cuando estemos con una chica que tenga un problema y veamos que se queda sin saber muy bien qué hacer, debemos meternos en el problema y dirigir la situación.

Jugar a la Contra y el lenguaje corporal desinteresado. Vol. 4

Habrá ocasiones en las que al estar con una mujer, debamos dedicar un buen rato a demostrar que NO vivimos para gustar a esa chica o para obtener su aprobación. En esos momentos, nuestro lenguaje corporal debe ser congruente con este principio, y en vez de ser cercanos y atentos a la hora de posicionarnos físicamente hacia ella, deberemos mantener una posición cómoda, NO enfocada a ella, con la que estemos dejando claro que no buscamos obtener su aprobación, atención o validación.

Hay mil formas de mostrar desinterés con nuestro cuerpo, pero lo importante es entender que no lo tenemos que hacer a modo de “castigo”, sino como una parte normal de nuestra vida. Cuando estamos con un amigo, no estamos todo el rato con nuestro lenguaje corporal centrado en él, cuando estamos en una reunión de negocios o con un familiar, tampoco. Podemos tener cierta cercanía física en ciertos momentos, pero el resto del tiempo estamos a nuestro “aire”, simplemente sentándonos, andando o mirando de forma cómoda y relajada, sin que nuestro cuerpo esté “especialmente” centrado en la otra persona.

Es decir, que nosotros debemos tener un lenguaje corporal desinteresado en muchos momentos como algo NATURAL dentro de una persona independiente, autosuficiente y madura. Es lo congruente con alguien poderoso que NO necesita la validación de los demás. En determinados momentos podemos acercarnos a cuidar a alguien y eso se reflejará en nuestro lenguaje corporal, pero el resto del tiempo nos preocuparemos de estar cómodos.

La forma más natural de interiorizar este tipo de lenguaje corporal a la hora de estar con una chica es pensar que estamos con un amigo. Si tenemos en mente eso, es muy fácil que nos salga un lenguaje corporal natural y muy Alfa, consiguiendo el interés de la chica sin hacer nada especial para ello.

Veamos algunos ejemplos:

  • En una cita…damos un paseo…y mientras paseamos…estamos mirando los edificios, andando a relativa distancia de la chica, sin mirarla con frecuencia y hablando de nuestras cosas. Simplemente paseamos sin hacerla especial caso a ella. Disfrutamos del momento a nuestro “aire”.
  • Tomando un helado con una chica…estamos hablando pero pendientes de comernos el HELADO. No estamos más pendientes de ella que de nuestro helado de nuestro sabor preferido. Una cosa que hacen muchos fruscos es dejar de comer o de disfrutar de la comida por estar con una chica. Con nuestros amigos no haríamos eso. Con ellas tampoco debemos hacerlo.
  • Tomando un café con ella nos sentamos cómodamente, reclinados y sin orientar nuestro cuerpo especialmente hacia ella.
  • En el cine, viendo una película, durante TODA la película estamos cómodamente sentados, sin intentar acercarnos a ella o besarla. Simplemente disfrutamos de la película tranquilamente como lo haríamos con un amigo
  • Con una chica que acabamos de conocer en una discoteca…charlamos tranquilamente, apoyados en la barra, sin intentar estar cerca de ella a propósito

Jugar a la contra y tomar el pelo. Vol. 3

Parte de la actividad de demostrar que no intentamos impresionar a una chica consiste en tomarla el pelo cariñosamente.

Paradójicamente cuando tomamos cariñosamente el pelo a una chica con bromas lo que conseguimos es que se sienta protegida y que nos perciba como un líder cariñoso. Esto ocurre porque una de las funciones biológicas que parece ser que tienen los padres es la de bromear, pinchar y retar a los hijos para que se superen. Mientras que las madres tienen una función más estabilizadora. Esto hace que en la mente de la chica, los recuerdos de alguien que le tomaba el pelo se asocien con su padre, cuando la protegía, cuidaba y ayudaba de pequeña.

Tomar el pelo cariñosamente es un rasgo muy paternal que además de hacerla sentir muy cómoda con nosotros nos va a hacer ser percibidos como personas NO necesitadas, que no tienen miedo de darle un giro de tuerca a la interacción dejando claro que NO queremos buscar su aprobación.

Tomar el pelo cariñosamente no quiere decir reírnos de ella, sino CON ella. El respeto y la educación no hay que perderlo jamás. Y hay que saber hacerlo con arte para que ella no se ofenda nunca y que siempre perciba cariño y humor, en vez de ataques.

La Santa Doctrina de la Seducción con sus negas despiadados ha sentado muchos precedentes negativos para poder “insultar” libremente a las chicas y esto es algo con lo que estoy totalmente en desacuerdo. Jamás debemos tomar el pelo ofensivamente. O escudarnos en un nega para insultar a una chica. Es importantísimo que detrás del hecho de tomar el pelo haya cariño y no “mala leche” reprimida y encubierta.

Además, este pequeño matiz ella lo va a percibir en seguida.

Los recursos más comunes para tomar el pelo a una chica son: ponerle motes cariñosos, exagerar un poco alguna acción suya, malinterpretar aposta algún comentario suyo, etc.

Veamos algunos ejemplos de cómo podemos aplicar este principio en la práctica:

  • Estáis cenando. Tú le dices que se tiene que comer toda la comida y que si no se queda castigada sin postre. Durante la cena bromeas con eso varias veces.
  • Después de haber pasado una noche juntos….le dices que la noche ha sido muy bonita, excepto por el detalle de que ronca mucho. Le dices que se han despertado los perros del vecindario con los ronquidos.Acabas de conocer a una chica en una discoteca y te dice que es abogada…tú le pones el mote de “Perry”, por la serie (Perry Mason, una serie de abogados).
  • Tomando café con una chica te dice que le gusta el Kárate. Tú le dices que ahora te cuadra todo…y que por eso tenía cara de asesina, de pronto todo encaja. Le preguntas si es de “puñetazo fácil”.

Recuerda que lo más importante es que se haga desde una actitud de cariño. Ella va a percibir si hay cariño o no, enseguida.

Jugar a la Contra y la autodescualificación exagerada. Vol. 2

La semana pasada hablamos sobre la autodescualificación (demostrar que no intentamos impresionar a la chica y que no buscamos su aprobación con nuestras palabras). Es decir, que no negamos que tengamos defectos o que difiramos de su punto de vista.

Este recurso no sólo es útil para hacerlo de forma seria y razonada (que también) sino que puede ser un recurso muy eficiente si lo usamos con humor.

El humor en cualquier situación implica que la persona que lo aplica tiene inteligencia social y más comodidad que la persona que no lo usa. Sólo alguien con mucha autoconfianza y control de la situación se puede permitir el lujo de bromear con las cosas. Sólo alguien muy seguro de sí mismo se puede plantear ridiculizar sus propios defectos.

Es decir que con la autodescualificación exagerada lo que vamos a hacer es no sólo hablar de nuestros defectos, sino bromear con ellos y agrandarlos humorísticamente, riéndonos de nosotros mismos, o de la posibilidad de que seamos mucho más “desastre”, “poco interesantes”, etc. de lo que somos.

La autodescualificación exagerada es algo que hay que hacer sólo de vez en cuando. Son pequeños golpes de humor, exageraciones que hacemos eventualmente, para demostrar que no intentamos demostrar nada y que tenemos autoconfianza suficiente para reírnos de nosotros mismos exagerando nuestros defectos. Incluso podemos bromear sobre defectos o cosas que SON MENTIRA, siempre que ella sepa que estamos bromeando.

¿Cuándo hay que hacerlo? Lo ideal es hacerlo en dos situaciones distintas:

  1. Cuando la chica nos ponga un “test” acerca de si tenemos un defecto o no.
  2. Cuando nos intente tomar el pelo a nosotros cariñosamente. En ese momento siempre hay que seguir la broma y animar a que nos tome el pelo cariñosamente, como lo haría una niña pequeña con su padre.

Veamos algunos ejemplos de cada uno. Ejemplos de los casos en los que la chica nos pone un test:

  • Hablando sobre los tatuajes, teniendo una chica “pija” delante…la chica nos pregunta…”pero ¿realmente te gustan las chicas con tatuajes?”. Nosotros contestamos “no sólo me gustan las chicas con tatuajes, sino que yo tendría que haber sido tatuador, es mi pasión frustrada, no creo que pudiera estar con una chica que no los tuviera”. Da igual que nos gusten los tatuajes o no, de hecho, si no nos gustan los tatuajes, mejor. Porque después ella lo descubrirá y seremos percibidos como mucho más autoconfiados.
  • En una conversación sobre moda…ella nos dice que vestimos raro…nosotros contestamos que hemos sido indigentes en el pasado y que compramos la ropa siempre en mercadillos para ahorrar. Acto seguido le decimos que no se pida algo muy caro que no tenemos dinero (recordad que todo esto es en BROMA).
  • Ella comenta que no le gustan los chicos dominantes. Nosotros le decimos que es una pena…que habíamos traído un látigo y unas esposas y que está claro que nunca podréis estar juntos y funcionar bien (con humor).

Ejemplos de autodescualificación exagerada cuando ella nos toma el pelo:

  • Con humor ella nos dice que nuestros zapatos son de “viejo”. Nosotros le decimos que tiene razón y que nos acabamos de escapar de la residencia de ancianos…también comentamos que nos gustan las jovencitas y que somos unos “viejos verdes”. De vez en cuando, gastamos alguna broma con el hecho de que seamos muy mayores.
  • Ella nos cuenta algo y no lo entendemos a la primera. Ella nos dice, en broma y con cariño, que no estamos muy “espabilados”. Nosotros le decimos que tiene razón y que nunca hemos sido muy inteligentes…comentamos que, de hecho, no sabemos leer ni nada…que eso es de gente rara y que a nosotros lo que nos gusta es la tele basura.
  • Hablando de nuestros gustos musicales ella dice que tenemos un gusto muy extraño. Le contestamos que tiene razón y que en la intimidad hacemos ritos satánicos…le advertimos que tenga cuidado. De vez en cuando hacemos alguna broma con esto.

La idea es que nos tomemos las cosas con humor y seamos capaces de reírnos de nosotros mismos con cariño, haciéndole ver a la chica que no sólo no queremos impresionarla, sino que nos gusta jugar con ella y seguir sus bromas de forma cariñosa y paternal. Lo importante es que no tengamos una actitud servicial al hacerlo, sino un marco de autoconfianza y seguridad fuerte.

Jugar a la Contra y la autodescualificación. Vol. 1


Una parte muy importante de la atracción en la interacción con una mujer consiste en mostrar que no necesitamos la aprobación de la chica para estar a gusto y en armonía con nosotros mismos. Para ello, hay muchas veces que, será importante lo que yo denomino “jugar a la contra”.

Jugar a la contra es todo aquello que hacemos para demostrarle a la chica que NO necesitamos su aprobación y que no necesitamos que esté en nuestra vida o gustarla para sentirnos bien.

Considero que hay varias formas de Jugar a la Contra…y en esta sección veremos todas ellas. Jugar a la contra es muy importante porque es lo que activa la primera chispa de atracción en la mujer. Es el primer momento en el que la chica siente que tiene que “trabajar” para gustarnos y que no hay NADA ganado de antemano.

Jugar a la Contra debe ser algo que esté siempre de fondo en nuestra vida, y no sólo con las mujeres. Nadie debe tener poder para afectar nuestro estado de ánimo negativamente…y no tenemos que basar nuestra vida en obtener la aprobación de nadie. Ninguna mujer debe tener nada ganado nunca, si no se lo ha merecido antes. Da igual lo avanzada que esté la interacción. El contador tiene que estar siempre equilibrado se lleve el tiempo que se lleve con esa persona.

Hoy empezaremos viendo la primera herramienta para Jugar a la Contra: la autodescualificación. La autodescualificación consiste en hacer lo contrario a decir cosas para “gustarla”, es decir, sería un poco como “confesar” o “admitir” todas aquellas cosas que pueden NO gustarla de nosotros desde el principio (nuestros defectos, gustos diferentes a los suyos, opiniones contrarias, etc.) . No hay que exagerar esto. Simplemente ser sinceros y no tener miedo de no encajar, a priori con sus estándares.

Veamos varios ejemplos de esto:

  • Hablando con una chica nos dice que a ella le encanta David Bisbal…nosotros decimos que, sinceramente, Bisbal no nos gusta NADA. Y que jamás podríamos ir juntos a un concierto y que, como siga así, tampoco vamos a poder presentársela a nuestros amigos (con un toque de humor).
  • Hablando de estudios….ella nos dice que tenemos pinta de empollones (gente excesivamente estudiosa). Le decimos “sí, que totalmente…y, de hecho, lo sigo siendo…soy de los que se pone un domingo a estudiar si no tiene nada mejor que hacer, ¡¡pero no te rías de mí que eso está muy feo!! (sonreímos).
  • Una chica nos comenta que le encantan los chicos responsables…nosotros comentamos, sin darle mucha importancia, que nosotros hay veces que somos un desastre y que últimamente estamos a ver si mejoramos eso porque es un fallo GRAVE.
  • La chica nos dice que en la cama le gusta que los chicos sean activos. Nosotros decimos que a nosotros también nos gusta que las CHICAS sean activas.
  • La chica nos dice que dice que le encantan la historia. Nosotros decimos que no tenemos ni idea de historia y que, sinceramente, siempre nos ha parecido algo muy aburrido.

Todo esto no hay que forzarlo. Simplemente ser sinceros. Como lo seríamos con alguien de mucha confianza. La autodescualificación implica MUCHA seguridad y confianza. Estamos tan seguros de que con el tiempo va a sentir fascinación por nosotros que no tenemos ningún problema en admitir las cosas que nos diferencian, así como tampoco nos importa obtener su aprobación con las cosas que nos gustan realmente. Somos como somos y no hacemos nada para impresionarla.