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Como muchos de vosotr@s ya sabéis, desde hace año y medio estoy trabajando también con chicas (www.profesortineo.com y www.eljardindeadan.com). Es decir, que también les ayudo, a ellas, a entender a los hombres y a saber cómo somos y cómo tratarnos.

Pues bien, en este año y medio he tenido muy clara una cosa: para realmente conectar con ellas, llamar su atención y ser capaz de que me comprendan al explicar las cosas, sin recibir malas interpretaciones a mis palabras… hay que hablar de forma muchísimo más cariñosa y “dulce” de lo que le hablaríamos a cualquier hombre.

Las mujeres no son hombres. En serio, no lo son. Son DIFERENTES. Tienen muchísima menos testosterona que nosotros (entre 10 y 20 veces menos, que es una barbaridad) y además, tienen menos fuerza física (un 40% menos de media). Su cerebro y su fisonomía están pensadados para hacer las cosas con finura, dulzura y más suavidad de lo que lo haría un hombre.

Los métodos de “seducción” fallan muchísimo porque NO tienen esto en cuenta. Los principios del macho alfa y del valor están muy bien, en teoría. Pero si luego en la práctica no eres cariñoso y no dices las cosas con suavidad y dulzura, ellas van a notarte como un extraño. Van a tenerte miedo y, sobre todo, no van a sentirse seguras, ni confiadas contigo. Y eso las acaba espantando.

Si quieres que ellas desarrollen lazos, atracción e intimidad contigo, hay que hablar de una forma que puedan entender y que tenga altas dosis de cariño.

Una vez más, como muchos autores dicen, para saber cómo hablar a una mujer que nos gusta, es muy útil pensar que estamos ante nuestra hermana pequeña: cariño, dulzura, cercanía y una actitud graciosa y juguetona.

Un hombre realmente seguro de sí mismo no necesita ser brusco arrogante o distante. Al contrario. Cuanto más valor tiene un ser humano, más cercano, humilde y cariñoso es capaz de ser.

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