Seleccionar página

En marketing hay un concepto muy interesante que merece la pena estudiar. Se trata del concepto de “mitad amorfa”. Una mitad amorfa es un producto que está a mitad de camino de dos productos importantes y que es una especie de fusión ambigua entre ambos. Ejemplos de mitad amorfa pueden ser: la radio-despertador; el champú con acondicionador; los coches híbridos, etc.

A nivel estadístico hay mil estudios que demuestran que por muchas ventas que tenga un producto de mitad amorfa, jamás venderá tanto como los productos por separado. Es decir, que nunca la venta de radios-despertador superará a la venta de radios por separado, o de despertadores por separado.

Pues bien, cuando hablamos, de las emociones y especialmente en lo que respecta a la relación con una mujer, las mitades amorfas, por norma general, significan la muerte de la atracción. Es decir, que no nos podemos andar con medias tintas. Si hacemos algo hay que hacerlo bien. Y si no, es mejor no hacerlo. Si escalamos, hay que escalar pisando fuerte. Y si soloamigueamos, igual, pero intentar una mezcla entre ambas….es garantía de fracaso. Porque la ambigüedad y la indecisión en nuestros planteamientos…nos hacen ser percibidos como líderes y hombres muy débiles.

Una cosa importante a la hora de afrontar el soloamigueo es importante entender que no hay término medio. Si queremos mantener una interacción en la que seamos percibidos como personas atractivas, sólo tenemos dos formas de interactuar: la del amigo simpatiquísimo e interesante que trata a su amiga como SÓLO una amiga, haciéndola a ella conocedora de nuestra vida sexual y amorosa con otras mujeres y tratándola casi de la misma forma que lo haríamos con un amigo varón…o la de hombre interesante que empieza, claramente a conquistarla escalando físicamente en la interacción.

O lo uno, o lo otro, pero NO la mitad amorfa entre ambas.

El problema que solemos tener los hombres y que por eso fracasamos tanto en las relaciones de amistad es que, constantemente estamos en la mitad amorfa: intentamos ganarnos su amistad, para, cómodamente, probar suerte por si surge “algo más” a base de quedar con ella, etc., pero sin arriesgar ni dejar claras nuestras intenciones, generando una ambigüedad muy débil. Esto NO funciona. Como digo, hay que ser congruentes, si somos amigos, somos SÓLO amigos y la tratamos como a un amigo más. Y si nos gusta, sacamos los “colmillos” y nos ponemos a escalar. Pero la mezcla cobarde de ambas, no funciona.

Pensemos en lo siguiente: ¿Nosotros, los hombres, tenemos amigas que nos parecen atractivas? Por supuesto. Aún sabiendo que muchas veces no podremos tener algo más con ellas no por eso dejan de parecernos atractivas. A las mujeres les ocurre lo mismo. Ellas también tienen amigos que les parecen muy interesante y atractivos, aunque a corto plazo no les vean como algo más. Pero eso no quita para que sus genes les hagan sentir atracción…una atracción que, por decirlo de alguna forma, está como en “estado latente”.

Siempre que seamos congruentes con nuestra actitud de amigo…y que no perdamos nuestra capacidad de liderazgo y nuestros rasgos Alfa, podremos mantener cierta atracción latente que hará que, sea bastante sencillo pasar a “algo más” con esa chica. Lo más importante es que evites la MITAD AMORFA.