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La Santa Doctrina de la Seducción nos habla de cómo ganar el interés de una chica demostrando que NO somos como el resto de pretendientes. Estoy de acuerdo en que desmarcarse del resto de chicos es algo positivo y necesario, pero no puedo dejar de repetir que las formas que se proponen no son las más acertadas…y, aunque muchas veces puedan ser efectivas, hay maneras MUCHÍSIMO más sencillas (y nobles) de aplicar los mismos principios.

Veamos primero las técnicas que se proponen en la Santa Doctrina…

En muchos libros de seducción se habla de desmarcarse del resto de chicos a base de negas en los que, a través de nuestra actitud, o nuestras palabras, dejamos claro que esa chica NO nos parece atractiva/interesante. Esto puede hacerse bien con un pequeño insulto o bien con algo más sutil como una actitud de pasotismo.

Otra forma es intentar conseguir esa diferenciación a base de usar “chulifresco divertido” (haciendo pequeñas bromas con un toque de chulería y presunción acerca de nosotros mismos).

Y también hay métodos que, simplemente, proponen el tener una actitud distante e inaccesible desde el principio de la interacción.

Los más idiotas, incluso, hacen una mezcla de estas tres técnicas a la vez.

Pero esto queda muy forzado porque al final estamos haciendo algo “excepcional” para hablar con una chica. Hacer algo así al final va a jugar en nuestra contra ya que antes o después van a descubrir que nos morimos de ganas de estar con ella y que nuestra falsa chulería es más producto de nuestras inseguridades, que de que realmente tengamos una buena autoestima.

En cualquier caso, es muy interesante preguntarse por qué estas tres técnicas funcionan.

En esencia, todo esto funciona porque son métodos que satisfacen un principio MUY importante para la relación con las chicas, para nuestro Juego Interno y para la vida. Estas tres tácticas subcomunican que el que una chica sea muy atractiva NO es motivo suficiente para hacer algo excepcional por ella; y que la belleza o el atractivo físico NO basta para que tengamos un interés genuino en ellas. Por cierto que esto es algo que suscribo TOTALMENTE.

Pero para demostrar esto, NO es necesario recurrir a técnicas raras. No hay prisa. No hace falta que demostremos INMEDIATAMENTE que la belleza no nos impresiona verbalizándolo nada más verla, ni tampoco que seamos descorteses, distantes o arrogantes al hacerlo.

Basta con NO regalar nuestro interés y nuestros “piropos” a la primera de cambio. Es TAN simple como NO buscar su aprobación y tener una actitud juguetona en la que busquemos divertirnos y conocer a la otra persona.

Es decir, que es muchísimo más importante no fallar, que hacer algo especialmente bien.

Y el concepto clave de todo esto es NO BUSCAR SU APROBACIÓN.

Me refiero a algo mucho más profundo y esencial en la vida de una persona que el hecho de ligar más o menos.Es un tema de que REALMENTE no estemos buscando su validación, ni gustarla. Y que estemos ahí para conocerla de verdad.

Ahora lo aplicamos a las chicas…pero es algo que deberíamos aplicar en CUALQUIER faceta de nuestra vida. Vivir la vida buscando la aprobación de los demás nos hace dependientes, débiles y, sobre todo, infelices.

Si vivimos la vida al margen de la aprobación de los demás, no necesitaremos negas, ni chulifresco divertido, ni técnicas raras para desmarcarnos del resto de chicos y ser percibidos comohombres realmente valiosos y atractivos.