Seleccionar página

Jugar a la Contra y la autodescualificación. Vol. 1


Una parte muy importante de la atracción en la interacción con una mujer consiste en mostrar que no necesitamos la aprobación de la chica para estar a gusto y en armonía con nosotros mismos. Para ello, hay muchas veces que, será importante lo que yo denomino “jugar a la contra”.

Jugar a la contra es todo aquello que hacemos para demostrarle a la chica que NO necesitamos su aprobación y que no necesitamos que esté en nuestra vida o gustarla para sentirnos bien.

Considero que hay varias formas de Jugar a la Contra…y en esta sección veremos todas ellas. Jugar a la contra es muy importante porque es lo que activa la primera chispa de atracción en la mujer. Es el primer momento en el que la chica siente que tiene que “trabajar” para gustarnos y que no hay NADA ganado de antemano.

Jugar a la Contra debe ser algo que esté siempre de fondo en nuestra vida, y no sólo con las mujeres. Nadie debe tener poder para afectar nuestro estado de ánimo negativamente…y no tenemos que basar nuestra vida en obtener la aprobación de nadie. Ninguna mujer debe tener nada ganado nunca, si no se lo ha merecido antes. Da igual lo avanzada que esté la interacción. El contador tiene que estar siempre equilibrado se lleve el tiempo que se lleve con esa persona.

Hoy empezaremos viendo la primera herramienta para Jugar a la Contra: la autodescualificación. La autodescualificación consiste en hacer lo contrario a decir cosas para “gustarla”, es decir, sería un poco como “confesar” o “admitir” todas aquellas cosas que pueden NO gustarla de nosotros desde el principio (nuestros defectos, gustos diferentes a los suyos, opiniones contrarias, etc.) . No hay que exagerar esto. Simplemente ser sinceros y no tener miedo de no encajar, a priori con sus estándares.

Veamos varios ejemplos de esto:

  • Hablando con una chica nos dice que a ella le encanta David Bisbal…nosotros decimos que, sinceramente, Bisbal no nos gusta NADA. Y que jamás podríamos ir juntos a un concierto y que, como siga así, tampoco vamos a poder presentársela a nuestros amigos (con un toque de humor).
  • Hablando de estudios….ella nos dice que tenemos pinta de empollones (gente excesivamente estudiosa). Le decimos “sí, que totalmente…y, de hecho, lo sigo siendo…soy de los que se pone un domingo a estudiar si no tiene nada mejor que hacer, ¡¡pero no te rías de mí que eso está muy feo!! (sonreímos).
  • Una chica nos comenta que le encantan los chicos responsables…nosotros comentamos, sin darle mucha importancia, que nosotros hay veces que somos un desastre y que últimamente estamos a ver si mejoramos eso porque es un fallo GRAVE.
  • La chica nos dice que en la cama le gusta que los chicos sean activos. Nosotros decimos que a nosotros también nos gusta que las CHICAS sean activas.
  • La chica nos dice que dice que le encantan la historia. Nosotros decimos que no tenemos ni idea de historia y que, sinceramente, siempre nos ha parecido algo muy aburrido.

Todo esto no hay que forzarlo. Simplemente ser sinceros. Como lo seríamos con alguien de mucha confianza. La autodescualificación implica MUCHA seguridad y confianza. Estamos tan seguros de que con el tiempo va a sentir fascinación por nosotros que no tenemos ningún problema en admitir las cosas que nos diferencian, así como tampoco nos importa obtener su aprobación con las cosas que nos gustan realmente. Somos como somos y no hacemos nada para impresionarla.

El romance y escuchar. Vol. 3

Hay algo que siempre repito y que considero de vital importancia. En una interacción hay que ESCUCHAR. Y no sólo hay que hacerlo de vez en cuando…hay que prestar atención a TODO lo que la otra persona nos cuenta.

Si esto es importante en la comunicación normal…a la hora de hacer romance con una mujer es IMPRESCINDIBLE. Es imposible cuidar a una persona si no la conocemos. Y es imposible conocerla si no la estamos escuchando.

Los gurús de la Santa Doctrina de la Seducción hablan una y otra vez de la “cualificación”, pero ningún gurú hace énfasis en escuchar REALMENTE lo que está diciendo la otra persona. O en ser paciente y escuchar antes de hablar. La seducción express no escucha. Pero eso es una auténtica chapuza. Si no escuchamos, estaremos siendo muy poco sólidos.

Escucharla nos da la oportunidad de hacer varias cosas:

  • Si de verdad la escuchamos, ella notará que está a “prueba” porque lo que dice nos interesa. No regalamos el interés porque sí, sino que nuestro interés está condicionado a si ella es interesante o no.
  • Al escuchar estamos demostrando que somos adaptables, que no seguimos un guión rígido y que fluimos por la interacción en función de lo que pase en cada momento y en función de lo que ella nos cuente. Esta capacidad de adaptación nos hace muy atractivos y nos posiciona como personas socialmente muy inteligentes.
  • Estamos, además, proyectando una falta total de necesidad, porque no necesitamos estar haciendo cosas todo el rato. La persona que escucha y es paciente transmite autocontrol y poder.
  • Al haberla escuchado, estamos en posición de hacer comentarios legítimos sobre ella. Y escalar de forma justificada, porque la conocemos bien.
  • Y por último, y más importante…sólo cuando la hemos escuchado de verdad, podemos cuidarla de verdad.

Al igual que un padre con una hija, nosotros debemos siempre escuchar a la chica que tenemos delante. Y en cuanto empecemos a tener algo más “especial” con ella, debemos tratarla como a nuestra niña y responsabilizarnos de que, el tiempo que esté con nosotros…va a estar cuidada y protegida, aunque sea simplemente hablando.

Ella, como mujer, nos dará a nosotros la opción de tener sexo con ella. Pero nosotros a ella, a cambio, tenemos que darle la opción de cuidarla y protegerla. Es imposible cuidar a una persona si no la hemos escuchado ATENTAMENTE antes. Al escucharla vamos viendo cuáles son sus necesidades, cuáles son sus inquietudes, cuáles son sus problemas, etc.

Además, es fundamental que escuchemos para poder cualificarla bien. Cualificar a una mujer es premiarla por estar a la altura de lo que esperamos de ella. Pero nunca podremos saber si está a nuestra altura, si no la estamos realmente escuchando. Y no sólo hay que prestar atención a lo que nos cuenta, es muy importante observar lo que hace y saber leer entre líneas. En resumen, para poder hacer romance, es básico PRESTAR ATENCIÓN y tener verdadero interés por la otra persona. Si no sentimos esto, estamos fallando en lo más básico.

La pereza

Hoy os traigo un interesante y gracioso vídeo sobre la pereza a la hora de hacer las cosas. El vídeo no es especialmente riguroso, pero sí que es bastante didáctico y divertido. Es un fragmento de un programa de “El Hormiguero” que, de cuando en cuando, tiene secciones muy instructivas.

Trucos conversacionales. 20- Lenguaje corporal, segunda parte

Hoy voy a cerrar esta sección hablando sobre el lenguaje corporal que podemos hacer para cuidar o proteger a la persona con la que estamos hablando, algo que es muy importante.

La labor de una persona Alfa, de un líder…al final es proteger y cuidar a los demás…al igual que el macho Alfa de una manada de animales tiene que cuidar y proteger al resto de animales de su grupo.

Como siempre digo, el hombre es un animal simbólico, esto quiere decir que la protección se hace con gestos o pequeñas acciones simbólicas y no tanto con una protección real. A veces, escuchar es una forma estupenda de cuidar y preocuparse por una persona, y no es necesario hacer más.

Ahora bien, nuestro lenguaje corporal a la hora de ayudar y cuidar a otra persona en una conversación es MUY importante. No sólo debemos cuidar de palabra o escuchando. Es básico que acompañemos esto de un contacto físico de protección y un lenguaje corporal no-invasivo y cariñoso.

Pondré varios ejemplos de cómo podemos cuidar con nuestro lenguaje corporal:

  • Tocando con nuestra mano el brazo de la otra persona en el espacio que hay entre el hombro y el codo. Esto se puede hacer cuando preguntamos qué tal está, cuando nos interesamos por algo o cuando queremos animar a la otra persona. Debe hacerse en un lado. Si es con nuestra mano derecha en su brazo izquierdo, mejor, porque esto está más en contacto con su lado emocional (hemisferio derecho del cerebro).
  • Cuando nos cuenten un problema o veamos que la otra persona está triste, es tremendamente útil y poderoso abrazar a la otra persona. No esperes a que la otra persona te lo pida. Si realmente ves que la chica está triste, abrázala (incluso entre hombres no es para nada mala idea abrazar cuando otra persona está triste). Al abrazarla acaricia un poco su espalda. Da un abrazo de verdad. Incluso puedes terminar el abrazo dando un beso en la sien o en la frente. Y al terminar el abrazo, es bueno dar palabras de ánimo del tipo “ya verás cómo al final todo se arregla”…”tranquila que tú vales mucho”, etc.
  • Si estamos ante una chica, es muy poderoso también acariciar su cara cuando vemos que está triste, en la mejilla, agarrándole suavemente el moflete con nuestros dedos índice y medio, respectivamente, como lo haría un padre con su hija. Es una forma de quitarle hierro a la situación y darle un poquito de humor para que la chica se anime.
  • Si la chica que tenemos delante se está infravalorando a sí misma…un recurso buenísimo es agarrarla suavemente con nuestras dos manos en sus dos brazos entre sus hombros y sus codos (como en el primer ejemplo). Es decir, la cogemos con nuestras manos por los dos brazos a la vez que la miramos fíjamente a los ojos…y le decimos algo MUY positivo y muy asertivo sobre ella. Por ejemplo: “María, tú vales muchísimo…y eres una tía estupenda….no digas nunca lo contrario, ¿ok?” o “María, eres una persona muy inteligente y con mucho talento…seguro que lo haces fenomenal…sé positiva, ¿vale?”.

En realidad no es un lenguaje corporal nada raro, porque es lo que casi todos nosotros hemos vivido con nuestros padres de pequeños. Un buen líder a veces tiene que cuidar como un padre, animando y dando cariño real y sin esperar nada a cambio a la otra persona.

El romance y el Valor. Vol. 2

Ya dijimos la semana pasada que la verdadera esencia del romance consiste en cuidar y proteger realmente a una mujer. Evolutivamente es lo que sus genes NECESITAN.

Ahora bien, proteger con efectividad no sólo implica tener ganas de cuidarla, sino que para que esa protección sea de calidad, la mujer necesita saber que tenemos ciertas cualidades que harán de nosotros buenos protectores. Algunos ejemplos de esas cualidades son:

  • Capacidad de liderazgo. Alguien que puede conseguir reunir un ejército, protege mejor que alguien que está sólo en la tribu. Por eso, tener una buena tribu y estar bien relacionado hacen de nosotros personas atractivas.
  • Poder. Alguien millonario protege mejor que alguien pobre.
  • Fortaleza interior y capacidad de aguantar la adversidad. El que se da por vencido pronto protege FATAL.
  • Ambición. Alguien que nunca se conforma con poco, es alguien que puede llegar realmente lejos y tener mucho poder.
  • Selectivos. Alguien selectivo, se rodea de cosas de calidad y eso ofrece siempre mejor protección que algo de POCA calidad.
  • Inteligencia. Alguien listísimo encuentra mil soluciones para escapar de ataques. Alguien menos inteligente, no.
  • Fuerza física. Alguien de dos metros, delgado y fuerte protege mejor que alguien sin fuerza.

Todas estas cualidades son tremendamente atractivas para una mujer, porque suben nuestro “valor” como protectores. Un protector que tiene estas cualidades vale muchísimo más que otro sin ellas. La mayoría de los gurús de la Santa Doctrina no tienen muy clara la relación entre estos conceptos evolutivos, pero aún así, a estos atributos, muy acertadamente le han puesto el nombre de “Valor”. Es decir, que valor es todo aquello que me hace a mí “valioso” como protector.

Y la mujer, antes de dejar que tengamos una relación íntima con ella….va a hacernos mil y una pruebas para ver cómo de valiosos somos como protectores. No es imprescindible destacar en todas las áreas que he puesto arriba. Es decir, que podremos gustar mucho a una mujer sin ser millonarios, o sin tener una inteligencia sobrenatural. Pero cuantas más áreas trabajemos, más atractivos seremos.

Antes de seguir exponiendo el tema del romance es importante que tengamos claro lo importante que es nuestro “Valor” como protectores y darnos cuenta de que a veces, en vez de “cuidar” es importante esperar…porque si no, estaríamos demostrando que somos protectores POCO valiosos. Pondré algunos ejemplos:

  • Ella está con una amiga y empieza a contarnos un problema. Nosotros nos volcamos totalmente en escucharla y dejamos de lado a la otra amiga. Mal. Es verdad que la estamos cuidando, pero a base de una gran falta de liderazgo y de inteligencia social. Habría que ser capaces de escucharla, pero haciendo que su amiga se integre en la conversación para que no se aburra.
  • Apenas la conocemos y nos pide dinero prestado. Nosotros se lo damos, pensando que es una forma de demostrar protección. MAL. Nos estamos vendiendo muy barato y estamos siendo muy poco selectivos. Ella nos va a percibir como perdedores y, curiosamente, en vez de sentirse protegida, va a desconfiar. Estaría justificado prestar dinero a una novia o una mujer que lleva tiempo en nuestra vida.

Es decir que aunque a corto plazo algo pueda parecer de “buen protector”, hay que tener cuidado de que a largo plazo no estemos demostrando una MALA estrategia evolutiva.